Estos riesgos, junto con la amenaza de un fallo de la red eléctrica debido a los repetidos cortes de electricidad y la persistente inflación elevada, han aumentado los riesgos sistémicos para el sistema financiero, según declaró el lunes el Banco de la Reserva de Sudáfrica (SARB) en su chequeo bianual.

La economía sudafricana se ha visto golpeada este año por un cúmulo de factores negativos, y la economía más avanzada del continente se ha enfrentado a los peores cortes de electricidad de su historia, que han añadido miles de millones de rands al coste de hacer negocios y a los gastos domésticos.

En febrero, el país también fue incluido en una "lista gris" por el Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFI), un organismo intergubernamental de vigilancia de la delincuencia financiera, para obligarle a aplicar normas de prevención del blanqueo de dinero y la financiación del terrorismo.

La inclusión en la lista gris del GAFI y las malas condiciones económicas locales han reducido la participación extranjera en los bonos del Estado sudafricanos al 25% desde el 42% de los últimos cinco años, según el Informe de Estabilidad Financiera (FSR) del SARB.

Estos problemas locales fueron seguidos a principios de mes por un enfrentamiento diplomático con EE.UU. cuando uno de sus diplomáticos acusó al país de suministrar armas a Rusia, lo que hizo temer sanciones y provocó una fuerte caída del rand.

Las sanciones impuestas a Sudáfrica harían "imposible financiar cualquier flujo comercial o de inversión, o realizar o recibir cualquier pago de bancos corresponsales en USD", según el informe.

Afirmaba que las instituciones financieras nacionales y el sistema financiero del país seguían siendo resistentes en medio de las recientes turbulencias del sector bancario mundial, pero una mezcla de factores mundiales y locales podría poner a prueba su fortaleza más allá de los próximos 12 meses.