Es probable que el Líbano pase a formar parte de una "lista gris" de países sometidos a un escrutinio especial por prácticas insatisfactorias para prevenir el blanqueo de capitales y la financiación del terrorismo, según han declarado a Reuters tres fuentes familiarizadas con el asunto.

La inclusión en la lista supondría otro duro golpe para un país en barrena financiera desde 2019 y que lucha por conseguir un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional.

La libra local ha perdido más del 98% de su valor, sumiendo en la pobreza a la mayor parte de la población, y los diplomáticos llevan meses expresando su preocupación por que la economía, cada vez más basada en el dinero en efectivo, pueda ocultar crecientes flujos ilícitos de dinero.

La sección de Oriente Medio y Norte de África del Grupo de Acción Financiera Internacional, un organismo de vigilancia de la delincuencia financiera, ha llevado a cabo una evaluación preliminar de la economía libanesa, que, según las fuentes, compartirá con los Estados miembros esta semana en Bahrein.

La puntuación acumulada de esa evaluación sitúa al Líbano "una nota por encima del umbral para entrar en la lista gris", dijo una fuente diplomática que había visto una copia del informe preliminar.

Según un borrador visto por Reuters, Líbano recibió una puntuación de sólo parcialmente conforme en varias categorías, incluidas las medidas contra el blanqueo de capitales, la transparencia sobre la propiedad efectiva de las empresas y la asistencia jurídica mutua en la congelación y confiscación de activos.

El GAFI declinó hacer comentarios sobre el informe o la puntuación antes de su publicación.

"Líbano aboga por una mayor indulgencia e intenta mejorar su puntuación en una de las categorías para dejar de estar en la zona gris de la lista", declaró la fuente diplomática.

El viceprimer ministro libanés, Saade Chami, que dirige las conversaciones del país con el FMI, declaró a Reuters que no había visto el borrador del informe y se negó a comentar el impacto que podría tener en las conversaciones con el prestamista de última instancia.

Una fuente financiera familiarizada con el asunto dijo que el borrador otorgaba a Líbano una puntuación digna de figurar en la lista gris. "Las autoridades están intentando por todos los medios que eso no ocurra", dijo la fuente.

Una segunda fuente diplomática familiarizada con el asunto dijo que el borrador del documento ya era indulgente, dado el estado de colapso de la economía libanesa. "Todo lo que no sea una lista gris sería un escándalo", afirmó la fuente.

Ambas fuentes diplomáticas afirmaron que el departamento de cumplimiento de la comisión especial de investigaciones del Banco Central estaba presionando a los Estados miembros del GAFI en un intento de cambiar la puntuación.

El departamento de cumplimiento no respondió a una solicitud de comentarios enviada por correo electrónico.

Ser incluido en la lista gris del GAFI podría perturbar los flujos de capital de un país, según constató el FMI en un documento de 2021, con la posibilidad de que los bancos abandonen sus relaciones con clientes radicados en países de alto riesgo para reducir los costes de cumplimiento.

Con esta inclusión en la lista también se corre el riesgo de sufrir daños en la reputación, ajustes en la calificación crediticia, problemas para obtener financiación mundial y mayores costes de transacción.

En el caso del Líbano, el colapso financiero ya ha restringido gravemente las transacciones bancarias y muchas instituciones correspondientes han cortado sus lazos con el país.

Pero la inclusión en la lista representaría una acusación contra el sistema financiero libanés en un momento doloroso. El país ha tardado en avanzar en las reformas clave necesarias para llegar a un acuerdo con el FMI, y el gobernador de su banco central ha sido acusado por Francia en un caso de fraude financiero, lo que ha provocado una notificación roja de Interpol.

Sudáfrica se incorporó a la lista del GAFI en febrero y los Emiratos Árabes Unidos lo hicieron en marzo de 2022.