La policía de la Guardia di Finanza (GdF) de Ancona, ciudad portuaria de la costa adriática oriental italiana, declaró que se había incautado de bienes por valor de 350 millones de euros, entre ellos dinero en efectivo, coches de lujo y propiedades inmobiliarias.

También bloquearon 1.569 cuentas bancarias, ordenaron el secuestro de 140 empresas de las que se creía que habían emitido facturas falsas y registraron propiedades en Milán y la región lombarda circundante, Florencia, Padua y Sicilia.

La orden de embargo, revisada por Reuters, muestra que 64 de los 85 sospechosos son de nacionalidad china. Personas con conocimiento directo del asunto dijeron que la investigación estaba en curso para identificar a los clientes italianos que utilizaban el servicio para blanquear dinero en efectivo.

La aparición de una especie de sistema bancario clandestino paralelo dirigido por corredores de dinero chinos sin licencia ha sido objeto de varias investigaciones durante el último año en Italia.

Estas investigaciones, llevadas a cabo en distintas partes de Italia, llevaron a las autoridades a suponer la existencia de una gama más amplia de servicios ofrecidos por organizaciones vinculadas a China, entre ellos la ocultación de pagos transfronterizos para cárteles de la droga y la facilitación de la evasión fiscal.

Según el GdF, los fiscales de Ancona descubrieron que empresas ficticias "de papel" emitían facturas falsas e indicaban a los clientes en qué cuenta bancaria italiana debían efectuar los pagos.

Una vez que el dinero había llegado, la empresa falsa transfería entonces la misma cantidad a una cuenta en un banco chino, justificándola como pago por importaciones de productos que nunca se habían producido.

La suma original, menos la comisión, era devuelta en efectivo por los mensajeros al cliente que había efectuado el primer pago, según la declaración de la policía.

Según la GdF, la utilización de una red de "bancos clandestinos" permitía blanquear miles de millones de euros. (1 dólar = 0,9183 euros)