Por Ben Blanchard

TAIPÉI, 27 may (Reuters) -Un alto legislador estadounidense de visita en Taipéi dijo el lunes que las armas que Taiwán había pedido están por fin en camino y que los "intimidatorios" ejercicios bélicos de China de la semana pasada subrayaban la necesidad de potenciar la capacidad de disuasión de la isla.

China reclama Taiwán, gobernado democráticamente, como territorio propio y nunca ha renunciado al uso de la fuerza para someter la isla a su control. El Gobierno de Taiwán rechaza las reivindicaciones de soberanía de Pekín.

Taiwán lleva dos años quejándose de los retrasos en las entregas de armamento estadounidense, como los misiles antiaéreos Stinger, que los fabricantes suministran a Ucrania para apoyar su defensa contra Rusia.

Michael McCaul, republicano y presidente de la Comisión de Asuntos Exteriores de la Cámara de Representantes, que prometió la entrega de esas armas cuando visitó Taiwán el año pasado, afirmó que la "armada" militar china de la semana pasada había enviado un mensaje muy contundente a Estados Unidos.

"Estamos avanzando en esos sistemas de armamento. Me gustaría que fuera más rápido, pero están en camino", dijo McCaul a la prensa tras reunirse con Lai Ching-te, presidente de Taiwán.

Taiwán necesita disponer de armamento suficiente para demostrar al presidente de China, Xi Jinping, que el riesgo es mayor que la recompensa de invadir la isla, añadió.

"El presidente Lai y yo, como siempre, mantuvimos una conversación muy aleccionadora y a la vez muy directa sobre la amenaza a la que se enfrenta esta isla por parte de su vecino del norte y es una amenaza real", afirmó McCaul.

"Sin disuasión, el presidente Xi tiene ambiciones audaces y agresivas".

Añadió que Taiwán debería centrarse en armas marítimas, como los misiles antibuque Harpoon, para frenar una invasión.

McCaul también aseguró que, independientemente de quién gane las elecciones presidenciales de noviembre, Estados Unidos mantendrá su apoyo a Taiwán.

Lai, que se reunió antes con McCaul en el despacho presidencial, afirmó que "mejorará las capacidades de defensa nacional y mostrará al mundo la determinación del pueblo taiwanés de defender su patria".

China aún no ha comentado la visita de McCaul. El año pasado, Pekín le impuso sanciones tras su visita a Taiwán y su reunión con la entonces presidenta Tsai Ing-wen.

Pekín ha incrementado su presión contra Taiwán en los últimos cuatro años, incluyendo actividades militares casi diarias cerca de la isla.

El lunes por la mañana, en su actualización diaria sobre los movimientos de China en las 24 horas anteriores, el Ministerio de Defensa de Taiwán dijo que había detectado 21 aviones militares chinos y 11 barcos operando en las cercanías.

Más tarde, el lunes, China anunció maniobras militares al oeste de la isla de Nanji, frente a la ciudad china de Wenzhou, en la provincia de Zhejiang, y al norte de Taiwán.

Las fuerzas taiwanesas evacuaron Nanji y las islas circundantes en 1955 bajo un sostenido ataque chino.

Taiwán sigue controlando las islas de Kinmen y Matsu, frente a la costa china.

El derrotado Gobierno de la República de China huyó a Taiwán en 1949 tras perder una guerra civil contra los comunistas de Mao Zedong, que instauraron la República Popular China.

(Información de Ben Blanchard; información adicional de Fabian Hamacher; redactado por Bernard Orr; editado por Sonali Paul y Gerry Doyle; editado en español por Mireia Merino)