La media de acciones japonesas Nikkei tocó el lunes máximos de más de un mes, siguiendo el repunte de Wall Street en la sesión anterior, con los valores relacionados con los chips liderando la subida.

El índice Nikkei subió un 2,48% hasta los 32.793,74 a las 0207 GMT, su nivel más alto desde el 21 de septiembre. El Topix, más amplio, ganaba un 1,85% hasta los 2.365,15 puntos.

Los principales índices bursátiles de Wall Street subieron el viernes, mientras que los rendimientos de los bonos cayeron con fuerza después de que los datos mostraran signos de ralentización del crecimiento del empleo en EE.UU. y un repunte del desempleo, lo que impulsó las esperanzas de que la Reserva Federal haya terminado con su campaña de subidas de los tipos de interés.

"Wall Street se mantuvo firme a finales de la semana pasada tras los datos económicos más débiles de lo esperado, lo que impulsó a los inversores a comprar acciones japonesas", afirmó Shuutarou Yasuda, analista de mercado del Instituto de Investigación Tokai Tokio.

"El siguiente paso es saber si el Nikkei cruzará el nivel de los 33.000 a corto plazo. Pero Wall Street subió porque los datos económicos fueron más débiles de lo esperado. Eso significa que la economía estadounidense puede estar ralentizándose, lo que podría pesar sobre la renta variable japonesa", afirmó Yasuda.

El informe del Departamento de Trabajo de EE.UU. mostró que las nóminas no agrícolas aumentaron en 150.000 puestos de trabajo en octubre, mucho menos que el incremento esperado de 180.000.

En Japón, el fabricante de equipos de prueba de chips Advantest saltó un 6,7% y dio el mayor impulso al Nikkei. El fabricante de equipos de prueba de chips Tokyo Electron subió un 2,9%.

La propietaria de la marca Uniqlo, Fast Retailing, subió un 2,05% y la agencia de colocación de personal Recruit Holdings saltó un 6,84%.

Sanrio subió un 7,52% después de que la propietaria del personaje Hello Kitty elevara su previsión de beneficios anuales.

Kawasaki Kisen se hundió un 12,6% después de que la empresa naviera recortara su previsión de beneficios anuales.

El índice de las empresas navieras se hundió un 5,8%, convirtiéndose en uno de los tres grupos industriales que cayeron.

El sector bancario cedió un 0,21%.