MMG lleva más de un año a la caza de activos de cobre, en medio de un aumento de la demanda del metal necesario en la transición a la energía verde.

"La adquisición de la mina de Khoemacau es un paso importante en la consecución de nuestra visión de crear una empresa minera internacional líder para un futuro con bajas emisiones de carbono y creará un valor significativo a largo plazo para nuestros accionistas", declaró en un comunicado el presidente de MMG, Jiqing Xu.

Las fundiciones de China, primer consumidor mundial de cobre refinado, se enfrentan a un reto cada vez mayor para conseguir concentrado de cobre, ya que en los últimos años han aumentado su capacidad en un contexto de menor crecimiento de la producción minera.

Reuters informó en septiembre de que al menos tres mineras sudafricanas estaban en una carrera por comprar la mina que alberga uno de los mayores yacimientos de cobre de África, ya que la creciente demanda del metal garantiza una fuerte competencia por el codiciado activo.

Khoemacau está situada en el Cinturón de Cobre del Kalahari, una vasta franja de terreno que se extiende desde el noreste de Botsuana hasta partes del oeste de Namibia.

Produce unas 60.000 toneladas de cobre y unos 2 millones de onzas de plata al año. La producción podría aumentar hasta unas 130.000 toneladas de cobre y 5 millones de onzas de plata al año con inversiones adicionales.

En su presentación del martes, MMG dijo que satisfaría la contraprestación o cualquier requisito de financiación de Cuprous Capital asegurando una combinación de préstamo de los accionistas y financiación de terceros.

El acuerdo está pendiente de la aprobación de los organismos reguladores de China y Botsuana, según la presentación. MMG dijo que espera que el acuerdo se complete en la primera mitad de 2024.

Macquarie Capital y Citigroup actuaron como asesores financieros conjuntos de MMG en la operación.