El consumo de electricidad de Estados Unidos procedente de vehículos eléctricos (VE) durante los dos primeros meses de 2024 se disparó más de un 50% respecto a los mismos meses de 2023, a medida que los VE siguen penetrando en el mercado automovilístico estadounidense y repercutiendo en los flujos de electricidad.

El uso total de electricidad por parte de los VE hasta febrero de 2024 fue de 1,58 millones de megavatios hora (MWh), frente a los 1,04 millones de MWh del mismo periodo de 2023, según la Administración de Información Energética de Estados Unidos (EIA).

Ese aumento del 52% en el uso eléctrico de los VE desde principios de 2023 superó la tasa de crecimiento del 40% registrada entre enero y febrero de 2022, e indica que el impacto de la rápida expansión de las ventas de VE sigue aumentando en los mercados eléctricos.

Los VE representaron el 16% de todas las ventas de vehículos ligeros en EE.UU. en 2023, cuando el uso colectivo de electricidad por parte de los VE superó por primera vez a la demanda de electricidad por parte de los ferrocarriles estadounidenses, según el último informe mensual de energía eléctrica de la EIA.

TENDENCIAS ANUALES

El consumo total de electricidad por parte de los VE en 2023 fue de 7,6 millones de MWh, un 45% más que en 2022.

Este crecimiento fue inferior al récord del 49,2% de crecimiento de la demanda de electricidad por VE registrado en 2022, pero fue la segunda mayor tasa de crecimiento anual registrada y eleva la tasa media de crecimiento anual de cinco años de la demanda de electricidad por VE al 37,2%.

El estado con mayor consumo eléctrico de VE fue California, el más poblado de EE.UU., donde los VE consumieron 2,58 millones de MWh de electricidad y representaron algo menos del 34% de la demanda total nacional de electricidad de VE.

Ese porcentaje descendió desde el 35,2% de 2022, lo que indica que la demanda de electricidad para VE creció más rápidamente en otros estados el año pasado.

Florida (458.767 MWh), Texas (417.027 MWh), Nueva York (337.367 MWh) y Washington (308.724 MWh) completan los cinco estados con mayor demanda de electricidad para VE en 2023.

En términos de tipo de vehículo, los vehículos eléctricos de batería representaron casi el 72% del uso total de electricidad por VE, mientras que los híbridos enchufables supusieron el 28,3%.

ESTADOS DESTACADOS

Además de los cinco estados que más electricidad consumen para los VE, otros 13 estados consumieron 100.000 MWh o más de electricidad para la recarga de VE en 2023.

Estos estados abarcan una amplia franja geográfica que va desde Maryland hasta Illinois y desde Carolina del Norte hasta Nueva Jersey, e indican la rápida adopción de los VE en los parques automovilísticos de todo el país.

El estado con el mayor crecimiento interanual de la demanda de electricidad para la carga de VE fue Oklahoma, que registró una expansión del 74% en el uso de electricidad para VE el año pasado, hasta los 73.058 MWh.

La rápida expansión de la instalación de cargadores públicos, además de los incentivos de los gobiernos locales para los equipos de recarga domésticos, contribuyeron a acelerar la adopción de VE en Oklahoma.

Los estados con menor demanda de electricidad para VE el año pasado fueron Dakota del Norte, Wyoming y Dakota del Sur, que tienen las tasas de propiedad per cápita de VE más bajas del país, según el Departamento de Energía de EE UU.

La limitada infraestructura pública de recarga y la preocupación por el impacto del duro clima invernal en la duración de las baterías son algunos de los factores que mantienen a raya el crecimiento de los VE en esos estados.

Sin embargo, está previsto que haya más estaciones de recarga en todo EE.UU. a partir de 2024, mientras que los VE con baterías de 300 millas de autonomía o más se están convirtiendo en habituales en la oferta de los fabricantes.

Además, los precios de los VE están bajo presión debido a los elevados inventarios de los concesionarios, por lo que parece que el parque automovilístico estadounidense se electrificará cada vez más en el futuro.

Esto, a su vez, alimentará una demanda aún mayor de electricidad en los hogares y en los puertos públicos de recarga, y puede suponer una presión adicional para que las empresas de servicios públicos garanticen la disponibilidad de electricidad las 24 horas del día.