MADRID, 30 jun (Reuters) - Un grupo de arqueólogos españoles ha realizado diagramas detallados de un pecio fenicio de 2.500 años de antigüedad para ayudar a determinar la mejor manera de recuperarlo del mar antes de que una tormenta lo destruya para siempre.

El Mazarrón II, de ocho metros de eslora y que toma el nombre del municipio murciano donde fue hallado, es una pieza única de ingeniería marítima antigua.

Nueve técnicos de la Universidad de Valencia realizaron 560 horas de submarinismo durante más de dos semanas en junio para registrar todas las grietas y fisuras del barco, que yace a 60 metros (66 yardas) de la Playa de la Isla de Mazarrón.

A finales de año, los expertos recomendarán cómo proteger y recuperar el pecio, posiblemente ya el próximo verano.

El arqueólogo Carlos de Juan, del Instituto de Arqueología Náutica de la Universidad de Valencia, que ha coordinado el proyecto, explica que podría extraerse pieza a pieza por las grietas existentes y volver a montarse fuera del agua como un puzzle.

"Es más sensato rescatar la nave, tratarla y exhibirla en un museo para el disfrute de la gente, que estar temblando cada vez que llega una dana", dijo a Reuters.

Los fenicios, originarios de las zonas costeras del actual Líbano y Siria, establecieron colonias y puestos comerciales en todo el Mediterráneo entre el 1.500 a.C. y el 300 a.C.

Los historiadores han utilizado el Mazarrón II, probablemente fabricado hacia el 580 a.C., para documentar cómo transportaban metales como el plomo desde la Península Ibérica.

Tras hundirse, permaneció enterrado en sedimentos durante más de dos milenios hasta que los cambios en las corrientes marinas debidos a la construcción en la costa lo desenterraron hace casi 30 años.

Ahora yace bajo 1,7 metros de agua cristalina del Mediterráneo, rodeada de sacos de arena y una estructura metálica construida para protegerla. La estructura se hunde en la arena a mayor velocidad que el pecio y amenazaba con aplastarlo, por lo que ha tenido que ser parcialmente retirada.

Las actuaciones se están llevando a cabo gracias a un convenio entre el Gobierno de Murcia y la Universidad de Valencia.

(Reportaje de Emma Pinedo, edición de Inti Landauro y Philippa Fletcher; editado en español por Javi West Larrañaga)