En una entrevista publicada el miércoles, Le Maire prometió un renovado impulso para recortar el gasto público, afirmando que Francia necesitaba ceñirse a su programa de reducción de la deuda tras evitar por poco una rebaja de la calificación por parte de la agencia de calificación S&P este mes.

Aunque S&P mantuvo su calificación AA para la deuda soberana de Francia, se mantuvo cauta sobre las perspectivas a causa de las tensas finanzas públicas.

"La decisión de S&P es un incentivo para hacer más y hacerlo mejor", dijo Le Maire. "Tenemos que atenernos a nuestro programa de reducción de la deuda y recortar el gasto público".

Francia, cuya deuda se encuentra entre las más altas de Europa, con casi el 110% de la producción económica, dijo el mes pasado que planeaba congelar el 1% del presupuesto de cada ministerio, tras una decisión anterior de recortar el 5%, en un intento de cumplir los compromisos de reducción del déficit.

También pondrá fin este verano a las subvenciones al gas natural. Otros ámbitos que están en el punto de mira son una desgravación fiscal por compra de vivienda conocida como ley Pinel y los programas que subvencionan los salarios de algunos trabajadores jóvenes, según el periódico.

"A medida que Francia se acerca al pleno empleo, también puede reducir el nivel de apoyo al mercado laboral", añadió Le Maire.

Sin embargo, el gobierno no recortará severamente el gasto público, dijo, y en su lugar impulsará reformas favorables a las empresas.

"La austeridad no es una opción ... Sería un error económico y político", afirmó Le Maire.