Una reforma de las normas del mercado de gas de la UE, acordada el año pasado, permitirá a los países de la UE detener las entregas de gas ruso por gasoducto y de GNL al darles una opción legal para impedir que las empresas rusas reserven capacidad en sus infraestructuras de gas.

La ministra belga de Energía, Tinne Van der Straeten, dijo que "no está del todo claro si podemos trabajar con eso", refiriéndose a la opción en la ley del mercado de gas de la UE.

"De hecho, también en Bélgica nos enfrentamos a contratos específicos que se firmaron mucho antes de la guerra y ahora sigue siendo un punto abierto cómo abordarlo", declaró el lunes en una reunión de la comisión de Energía del Parlamento Europeo.

Bélgica fue el tercer mayor importador de GNL ruso de la UE entre enero y septiembre de 2023. Sin embargo, gran parte de este suministro no se queda en Bélgica.

Alrededor del 45% del GNL ruso recibido por Bélgica en enero-septiembre de 2023 fue transbordado -recargado en otro barco y enviado a otro país o puerto-, según el Instituto de Economía Energética y Análisis Financiero.

Van der Straeten dijo que cualquier acción para utilizar la opción de la ley de la UE de restringir el GNL ruso requeriría primero consultas con los países vecinos.

"Es algo que no podemos asumir unilateralmente", afirmó.

Las normas del mercado de gas de la UE están a la espera de la aprobación final de los países de la UE, un paso que suele ser una formalidad.

Los 27 países de la UE se comprometieron a abandonar el gas ruso tras la invasión de Ucrania por Moscú en febrero de 2022. Las importaciones europeas de gas procedente de Rusia por gasoducto han caído en picado desde que comenzó la guerra, pero no así las de GNL.

El gas ruso y el GNL no están sujetos a las sanciones de la UE. La UE sí prohíbe las importaciones marítimas de crudo y productos petrolíferos procedentes de Rusia.