ZAPORIYIA, Ucrania, 29 sep (Reuters) - Rusia se disponía a anexionarse una franja de Ucrania en cuestión de días, publicando lo que denominó recuentos de votos que mostraron un apoyo abrumador en cuatro provincias para unirse a su territorio, tras lo que Kiev y Occidente denunciaron como falsos referendos ilegales celebrados bajo coerción.

En la Plaza Roja de Moscú se ha instalado un escenario con pantallas de vídeo gigantes, con vallas publicitarias que proclaman "¡Donetsk, Luhansk, Zaporiyia, Jersón: Rusia!".

El jefe de la Cámara Alta del Parlamento ruso dijo que podría considerar la incorporación de las cuatro regiones parcialmente ocupadas el 4 de octubre, tres días antes del 70º cumpleaños del presidente Vladimir Putin.

Los gobiernos nombrados por Moscú en las cuatro provincias han pedido formalmente a Putin que las incorpore a territorio ruso, lo que las autoridades del país han sugerido que es una formalidad.

"Esto debería ocurrir dentro de una semana", dijo Rodion Miroshnik, el embajador de la autoproclamada República Popular de Luhansk nombrado por Rusia, a la agencia de noticias estatal RIA.

"Lo principal ya ha ocurrido: el referéndum ha tenido lugar. Por lo tanto, digamos que la locomotora ya se ha puesto en marcha y es poco probable que se detenga".

Para anexionarse los territorios, que representan alrededor del 15% de Ucrania, será necesario alcanzar algún tipo de tratado que sea ratificado por el Parlamento ruso, controlado por los aliados de Putin. Las zonas se considerarán entonces parte de Rusia y su protección nuclear se extenderá a ellas.

Putin ha advertido que utilizaría las armas nucleares para proteger el territorio ruso de un ataque. 

'NADIE VOTÓ'

Los residentes que escaparon a las zonas controladas por Ucrania en los últimos días han contado que agentes armados los obligaron a marcar las papeletas en la calle bajo coerción. Las imágenes grabadas durante la votación mostraron a representantes nombrados por Rusia llevando urnas de casa en casa junto a hombres armados.

"Pueden anunciar lo que quieran. Nadie votó en el referéndum, salvo algunas personas que cambiaron de bando. Fueron de casa en casa, pero no salió nadie", dijo Lyubomir Boyko, vecino de 43 años de Golo Pristan, un pueblo de la provincia de Jersón, ocupada por Rusia.

Rusia afirma que la votación fue voluntaria, de acuerdo con el derecho internacional, y que la participación fue alta. Los referendos y la noción de anexiones han sido rechazados en todo el mundo, al igual que la toma de Crimea por parte de Rusia en 2014.

El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, intento obtener el apoyo internacional contra la anexión en una serie de llamadas con líderes extranjeros, incluidos los de Reino Unido, Canadá, Alemania y Turquía.

"Gracias a todos por su apoyo claro e inequívoco. Gracias a todos por entender nuestra posición", dijo Zelenski en un discurso por vídeo a última hora de la noche.

Estados Unidos ha dado a conocer un paquete de armas de 1.100 millones de dólares para Ucrania, que incluye 18 lanzadores del Sistema de Misiles de Artillería de Alta Movilidad (HIMARS, por sus siglas en inglés), municione, varios tipos de sistemas antidrones y sistemas de radar. El anuncio eleva la ayuda de seguridad de Estados Unidos a 16.200 millones de dólares.

Estados Unidos también ha dicho que impondrá nuevas sanciones a Rusia por los referendos, mientras que la Comisión Europea propuso más sanciones, pero los 27 países miembros del bloque tendrán que superar sus propias diferencias para aplicarlas.

El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, dijo que Rusia tendrá que seguir luchando hasta tomar el control de todo Donetsk. Alrededor del 40% de la región sigue bajo control ucraniano.

Rusia ha anunciado la movilización de unos 300.000 reservistas para reforzar sus efectivos en Ucrania. La campaña de reclutamiento ha hecho que miles de rusos huyan a otros países.

Sobre el terreno, las fuerzas ucranianas y rusas mantienen intensos combates, especialmente en la región de Donetsk, donde, según su gobernador, murieron seis civiles en ataques rusos el miércoles.

En las últimas 24 horas, Rusia lanzó tres ataques con misiles y ocho ataques aéreos, y realizó más de 82 ataques con sistemas de salvas de misiles contra emplazamientos militares y civiles, dijo el ejército ucraniano a primera hora del jueves.

Las fuerzas aéreas ucranianas llevaron a cabo 16 ataques el miércoles, dañando o destruyendo varias posiciones rusas, mientras que las fuerzas terrestres destruyeron dos puestos de mando, dijo.

Valentyn Reznichenko, gobernador de la región de Dnipropetrovsk, dijo que tres personas murieron en el bombardeo ruso de Dnipro, la capital de la región, incluida una niña de 12 años, y que más de 60 edificios resultaron dañados.

"Los equipos de rescate la sacaron de la casa dañada donde estaba durmiendo cuando cayó un misil ruso", dijo en su canal de la aplicación de mensajería Telegram.

Reuters no pudo verificar estas informaciones sobre el campo de batalla.

ENERGÍA EUROPEA

Fugas de gas crean burbujas en la superficie del mar Báltico por tercer día, después de que presuntas explosiones rompieran los gasoductos submarinos construidos por Rusia y sus socios europeos para enviar gas natural a Europa.

El gasoducto Nord Stream 1, que en su día fue la principal ruta del gas ruso hacia Alemania, ya estaba cerrado, pero ahora no puede reabrirse fácilmente.

La OTAN y la Unión Europea advirtieron de la necesidad de proteger las infraestructuras críticas de lo que llamaron "sabotaje", aunque los dirigentes se abstuvieron de señalar culpables.

El servicio de seguridad ruso FSB está investigando los daños en los gasoductos, calificados como "terrorismo internacional", según la agencia de noticias Interfax, que cita a la Fiscalía general del país.

Los gasoductos Nord Stream se han convertido en el foco de una creciente guerra energética entre Rusia y los países europeos, que ha perjudicado a las economías occidentales y ha disparado los precios del gas.

(Información de las oficinas de Reuters; redacción de Michael Perry; edición de Robert Birsel; traducido por José Muñoz en la redacción de Gdansk)

Por Jonathan Landay