Nigeria está ampliando el número de bloques petrolíferos que se subastarán en su ronda de concesión de licencias de 2024, así como el plazo para finalizar el ejercicio, en medio de un gran interés por la oferta, según declaró el jueves a Reuters el regulador petrolífero.

Nigeria abrió en abril una ronda de concesión de licencias en la que ofrecía a los inversores un total de 19 bloques petrolíferos en tierra y en aguas profundas. Ahora se ha ampliado para incluir otros 17 bloques en aguas profundas a la ronda de licencias de 2024.

"Hemos emprendido más actividades exploratorias y, como resultado, hemos adquirido más datos para ampliar la oferta y extender el plazo. Esto ha suscitado un enorme interés por parte de los inversores", declaró Gbenga Komolafe, director de la Comisión Reguladora del Upstream Nigeriano (NUPRC).

Komolafe señaló que la inscripción, cuyo cierre estaba previsto para el 25 de junio, se ha ampliado 10 días. La presentación de ofertas se abrirá el 8 de julio y se cerrará el 29 de noviembre.

El regulador petrolero pretende profundizar en la explotación de las reservas de crudo del país, estimadas en 37.500 millones de barriles y 209,26 billones de pies cúbicos de gas natural.

Ha intentado endulzar la oferta recortando las tasas de entrada, denominadas primas por firma, de unos 200 millones de dólares por yacimiento a 10 millones, ha prometido un proceso justo y transparente y ha permitido la presentación de ofertas en línea a través de su página web. Los licitadores también tienen la opción de arrendar unidades individuales de bloques petrolíferos o en agrupaciones.

Nigeria pretende frenar el flujo de inversiones hacia sus rivales africanos, Angola y Namibia, mejorando la facilidad para adquirir bloques petrolíferos.

Nigeria, miembro de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), ha visto disminuir su producción de petróleo de unos 2 millones de barriles hace una década a poco más de 1,4 millones de barriles diarios.

Las grandes petroleras están abandonando los yacimientos en tierra -propensos al sabotaje y a las frecuentes reclamaciones de indemnizaciones por vertidos- para centrarse en los yacimientos de aguas profundas, donde las interrupciones son menos frecuentes. (Reportaje de Isaac Anyaogu Edición de Frances Kerry)