Por Anthony Boadle

BRASILIA, 25 abr (Reuters) - Miles de manifestantes indígenas marcharon el jueves al ritmo de tambores hasta la sede del poder en la capital de Brasil para protestar contra la desprotección de sus tierras ancestrales por parte del Gobierno.

La manifestación anual de este año se centró en la indignación de los indígenas por los planes de construcción de un ferrocarril para transportar grano desde los estados agrícolas a los puertos del Amazonas para su exportación, proyecto que temen que destruya el medio ambiente de las comunidades tribales cercanas al río Tapajos.

Para realizar una maqueta del ferrocarril Ferrograo, los manifestantes emplearon un camión tractor apodado "Rieles de la destrucción" y pintado con los nombres de las multinacionales del comercio de cereales ADM, Bunge, LDC y Cargill.

"Ferrograo es el tren de la muerte, de la deforestación", dijo Alessandra Korap Munduruku, ganadora del premio medioambiental Goldman. "El ferrocarril no va a transportar personas, como afirman, sino la producción de grano de las empresas internacionales que financian este proyecto".

Kleber Karipuna, responsable de la mayor organización indígena de Brasil, APIB, dijo que no se había consultado a las comunidades sobre el ferrocarril, cuyo anuncio por parte del Gobierno ha desencadenado una oleada de apropiaciones de tierras a lo largo de su trazado previsto.

El presidente Luiz Inácio Lula da Silva recibió a un grupo de líderes indígenas que encabezaron la marcha hasta una plaza situada entre el palacio presidencial de Planalto y el Tribunal Supremo.

Su principal queja era el incumplimiento por parte de su Gobierno de las promesas de reconocer oficialmente las reservas indígenas que han finalizado el proceso de demarcación por el que se establece que son tierras ancestrales.

El reconocimiento es vital para proteger sus territorios de la invasión de madereros ilegales, mineros de oro salvaje y acaparadores de tierras al frente de una frontera agrícola que se expande por la Amazonia.

El Gobierno minoritario de Lula también está indeciso sobre la aprobación del proyecto ferroviario, que cuenta con un fuerte respaldo del poderoso grupo de presión agrícola de Brasil.

El caucus agrícola en el Congreso dijo que está presionando para que se ejecute un proyecto que se propuso por primera vez en 2015 para un ferrocarril de 950 kilómetros para transportar soja desde el estado de Mato Grosso hasta el puerto de Miritituba en el Tapajos, un afluente del río Amazonas.

Los líderes indígenas también instaron al Tribunal Supremo del país a pronunciarse sobre un caso pendiente sobre el derecho fundamental de su pueblo a las tierras ancestrales establecido en la Constitución, un derecho que el Congreso ha votado para limitar.

(Reporte de Anthony Boadle; edición en español por Sofía Díaz Pineda)