FRANKFURT (dpa-AFX Broker) - El especialista en Linux Suse no puede frenar la huida de los inversores de sus acciones. El jueves, las acciones cayeron a un mínimo histórico de 11,12 euros tras la presentación de las cifras finales de negocio del último trimestre. Por momentos, el precio de la acción se desplomó más de un once por ciento, del que aún quedaba un buen nueve por ciento de descuento.

Tras el profit warning de mayo, Suse ha confirmado ahora sus perspectivas para el año. Sin embargo, de momento no hay muchas noticias sobre la orientación, lo que obviamente molestó a los borsianos. Además, las cifras de beneficios ajustadas estaban por debajo de las expectativas.

Los inversores querían ahora claridad sobre la estrategia futura tras los recientes cambios en la cúpula directiva, escribió Charles Brennan, analista de Jefferies. El anterior Consejero Delegado abandonó el grupo y el Director Financiero dimitió a finales de junio; la búsqueda de un sucesor está en curso.

Toby Ogg, del banco de inversión estadounidense JPMorgan, por su parte, también encontró muchas cosas positivas: destacó algunas declaraciones de confianza del nuevo consejero delegado, Dirk-Peter van Leeuwen, y del director financiero interino sobre la situación actual, y la empresa también había nombrado entretanto a un responsable de riesgos.

En mayo, Suse había recortado su objetivo de ingresos para el año y también su previsión de margen operativo ajustado (margen Ebitda). La empresa había justificado entonces esta medida por los contratos aplazados, así como por la reducción de la duración media de los contratos debido al incierto entorno económico. También afirmó que la reorganización de la distribución no había surtido el efecto deseado.

Según Mohammed Moawalla, de Goldman Sachs, las cifras definitivas de ventas ahora publicadas coinciden con las cifras previas a la publicación. Sin embargo, las cifras clave de beneficios ajustados antes de intereses, impuestos, depreciaciones y amortizaciones (Ebitda), que no se habían publicado en mayo, siguen estando un poco por debajo de las expectativas del mercado, añadió el experto del sector.

Las expectativas del mercado para el informe trimestral de este jueves ya eran bajas, señaló además Ogg, experto de JPMorgan. Sin embargo, el hecho de que no hubiera nuevos recortes de los objetivos anuales tras el profit warning de mayo ya era positivo. Para el analista, una de las cosas más importantes ahora es cuánta confianza tiene la dirección en sus objetivos a medio plazo.

La crisis de Suse puede apreciarse fácilmente en la evolución de la cotización. Después de que el inversor financiero sueco EQT sacara la empresa a bolsa en mayo de 2021, el precio de la acción había subido hasta su máximo anterior de 43,60 euros en enero del año siguiente. Entretanto, sin embargo, una acción sólo cuesta unos buenos once euros. Sólo desde principios de año, la cotización ha perdido casi un tercio. Esto convierte a Suse en uno de los mayores perdedores del índice de pequeña capitalización SDax./tav/ag/men