Libia ha tenido poca paz o seguridad desde un levantamiento respaldado por la OTAN en 2011 y se dividió en 2014 entre facciones beligerantes orientales y occidentales. Aunque la guerra se detuvo tras un alto el fuego en 2020, hay poca confianza entre los principales líderes de las facciones.

Muchos libios sospechan que sus líderes políticos tienen poco interés en un acuerdo duradero o en unas elecciones que podrían desbancarles de los puestos de autoridad que han ocupado durante años.

Elseddik Haftar, que a diferencia de su padre, de 79 años, no tiene responsabilidades militares, ha cuidado cada vez más su imagen pública y en las redes sociales en medio de la incertidumbre sobre si su padre sigue teniendo intención de presentarse a las elecciones presidenciales en el futuro.

En una entrevista, Elseddik, de 43 años, defendió el papel de su familia en el país y trató de presentarse como representante de la generación más joven de Libia.

"Creo que tengo todos los medios para aliviar y estabilizar Libia, y poner en marcha la cohesión y la unidad de los libios", declaró en París hablando a través de un intérprete.

Cuando se le preguntó si sería candidato en unas futuras elecciones presidenciales, dijo que todo dependería de las condiciones del momento, pero quiso dejar claro que si se presentaba representaría a todos los libios.

"Si los libios ven que puedo aportar valor añadido, cambiar las cosas... entonces, ¿por qué no?".

Antes de que puedan celebrarse elecciones presidenciales, Naciones Unidas está presionando para que se celebren elecciones legislativas en todo el país. Indicó el 22 de agosto que, antes de que se produzcan, es necesario que haya un gobierno unificado, acordado por todos los principales actores, que conduzca al país a las elecciones.

El Gobierno de Unidad Nacional (GUN) de Libia en Trípoli, reconocido internacionalmente y dirigido por Abdulhamid Dbeibah, no ha sido aceptado por el parlamento con sede en el este del país desde principios de 2021, tras un intento fallido de celebrar elecciones nacionales.

Haftar dijo que no tenía ningún problema "personal" con el gobierno actual, pero que era necesario que hubiera un nuevo gobierno de tecnócratas con una misión clara de preparar las elecciones.

"No podemos celebrar elecciones con el gobierno de Dbeibah. Es imposible", afirmó, añadiendo que no se oponía a las actuales leyes electorales a la espera de ser refrendadas por el parlamento.

Los peligros del conflicto no resuelto de Libia quedaron patentes el mes pasado cuando facciones armadas se enfrentaron en Trípoli, matando a 55 personas en los peores combates que se han producido allí en años.

Haftar afirmó que no puede haber elecciones sin que se estabilice la situación de seguridad en todo el país.

"Si no hay estabilidad, las elecciones no serán libres", afirmó.