Antofagasta, que cotiza en la bolsa de Londres, firmó el miércoles una inversión de 1.500 millones de dólares para un sistema de transporte de agua con una firma propiedad de la empresa madrileña Almar Water Solutions y la compañía chilena de transmisión de energía Transelec para su operación minera Centinela en Chile.

En 2022, el regulador medioambiental chileno SMA presentó dos cargos contra el yacimiento de cobre Centinela debido a su impacto en una fuente de agua y en la fauna local.

CONTEXTO

Los analistas prevén un déficit del metal rojo a partir de este año, ya que Panamá ordenó el cierre de la mina de First Quantum y otros productores como Anglo American y Vale Base Metals recortaron sus estimaciones de suministro para 2024 y 2025.

Se espera que la demanda de cobre crezca de forma constante en los próximos años, aunque los recientes saltos de los precios parecen estar impulsados en parte por la actividad especulativa.

POR QUÉ ES IMPORTANTE

Chile, donde se encuentran las operaciones de Antofagasta, ha sufrido una sequía de 15 años, succionando agua de los embalses y desatando la preocupación por el suministro de agua dulce.

Además, los mineros y los países buscan aumentar y reabrir la producción de cobre de las minas en medio de una perspectiva alcista.

SIGUIENDO LOS NÚMEROS

Según el Instituto de Recursos Mundiales, casi el 16% de las minas y distritos mineros terrestres de minerales críticos del mundo se encuentran en zonas con niveles altos o extremadamente altos de estrés hídrico.

El proyecto de Centinela, en Chile, incluye la construcción de dos conducciones de agua de 144 km de longitud que transportan agua de mar a sus puertos y facilitan la expansión de la mina.

La ampliación de Centinela aumentaría la producción anual de cobre de la mina Centinela en 140.000 toneladas, lo que la convertiría en una de las 15 minas de este tipo más importantes del mundo por su producción. (Reportaje de Seher Dareen en Bengaluru; Edición de Arun Koyyur)