Algunas empresas estadounidenses que compran minerales procedentes de países como la República Democrática del Congo y sus vecinos orientales siguen sin autentificar debidamente que los metales no proceden de zonas de conflicto, según afirma en un informe la Oficina de Responsabilidad Gubernamental de Estados Unidos (GAO).

Varias empresas que se abastecen de minerales como el estaño, el tungsteno, el tantalio y el oro tampoco cumplen con los requisitos de divulgación de sus actividades ante la Comisión del Mercado de Valores de EE.UU. (SEC), señaló la GAO en su análisis.

Las empresas que cotizan en bolsa en EE.UU. están obligadas a informar a la SEC y a los inversores de que los minerales que entran en la cadena de suministro mundial no proceden de minas que utilizan mano de obra infantil y financian a grupos armados.

La diligencia debida para comprobar si los minerales proceden de zonas de conflicto podría realizarse mediante encuestas a los proveedores, auditorías de fundiciones y refinerías, así como métodos de trazabilidad.

Algunas empresas se enfrentan a dificultades para llevar a cabo la diligencia debida y, aunque algunos informes van más allá de las normas de la SEC, hay otras que no presentan ningún informe, según la GAO.

Esto se debe sobre todo a "las dificultades para obtener la información necesaria debido a la falta de acceso a los proveedores y a las complejas cadenas de suministro", añadió la GAO.

"Algunas partes interesadas de la industria señalaron que otras empresas pueden estar presentando información incompleta, o no presentarla en absoluto debido a la percepción de que es poco probable que se enfrenten a una acción coercitiva por parte de la SEC si no cumplen con los requisitos de divulgación de minerales conflictivos."

Los fabricantes mundiales se encuentran bajo presión para demostrar que los metales utilizados en productos como ordenadores portátiles, consolas de videojuegos o vehículos eléctricos de batería proceden de fuentes responsables.

La ley estadounidense obliga a las empresas que cotizan en bolsa a revelar si sus productos contienen tantalio, estaño, wolframio u oro procedentes del Congo y de sus vecinos del este de África, debido al papel que desempeñan estos minerales en la exacerbación de los conflictos en la región.

Se calcula que el 53% de las empresas que llevaron a cabo la diligencia debida el año pasado "no pudieron determinar en última instancia si alguno de los minerales conflictivos utilizados en sus productos podía proceder de los países cubiertos", según el informe de la GAO.

"También descubrimos que aproximadamente el 35% de las empresas informaron de que sus minerales pueden haberse originado en países cubiertos", añadía. (Reportaje de David Lewis, redacción de Felix Njini Edición de Keith Weir)