La República Checa podrá cubrir sus necesidades de petróleo mediante envíos a través del oleoducto transalpino (TAL) a partir de 2025, declaró el martes el primer ministro Petr Fiala, tras la firma de un acuerdo para aumentar la capacidad del enlace.

El gobierno checo pretende eliminar toda dependencia del petróleo ruso en los próximos años y poner fin así a sus exenciones de la prohibición impuesta el año pasado por la Unión Europea a las importaciones procedentes de Moscú.

Las refinerías checas son propiedad de la refinería polaca PKN Orlen, controlada por el Estado, que declaró en abril que había rescindido un contrato de suministro de petróleo ruso para sus refinerías polacas.

Funcionarios del gobierno polaco y de PKN Orlen se reunieron con el Ministerio de Industria checo en Praga el martes y dijeron que trabajarían para eliminar el petróleo ruso de las refinerías propiedad de PKN en la República Checa.

Hablando por separado a las afueras de Praga en una instalación de almacenamiento de petróleo para reservas estratégicas, el primer ministro checo, Fiala, dijo que un acuerdo recién firmado entre el operador estatal de oleoductos MERO y la compañía de oleoductos TAL para aumentar la capacidad a lo largo del TAL hasta en 4 millones de toneladas le permitiría cortar la dependencia de Rusia a partir de 2025.

"Es un hito significativo", declaró Fiala.

La República Checa obtuvo el año pasado la aprobación de los accionistas de TAL para mejorar el enlace, que va de Italia a Alemania y se conecta con el oleoducto IKL de Alemania a la República Checa.

El país centroeuropeo necesita unos 7-8 millones de toneladas de petróleo al año, que se han repartido aproximadamente entre los envíos que llegan a través de TAL y el oleoducto Druzhba desde Rusia.

La UE prohibió los envíos de petróleo ruso a partir de diciembre de 2022, pero eximió los suministros del oleoducto Druzhba a las refinerías de Alemania, Polonia, República Checa, Eslovaquia y Hungría.

"Nuestro objetivo común es diversificar los suministros de crudo lo antes posible para eliminar por completo el petróleo ruso, como ya hicimos en Polonia", declaró el viceprimer ministro polaco, Jacek Sasin, junto al consejero delegado de PKN Orlen, Daniel Obajtek, tras reunirse con el ministro checo de Industria, Jozef Sikela.

PKN dijo por separado que se estaba preparando para reconfigurar la tecnología de su refinería de Litvinov, que depende del crudo ruso, para recibir suministros no rusos.

PKN Orlen también está abierta a la cooperación en el suministro de petróleo y gas, así como a la cooperación en energía nuclear con la República Checa, dijo Obajtek. También subrayó que las cuestiones fiscales, incluidos los impuestos extraordinarios, podrían perjudicar las inversiones en los activos de Unipetrol, que incluyen las dos refinerías y gasolineras checas.

"Nuestras inversiones también dependen del enfoque regulador del Estado checo, no podemos invertir en lugares donde las regulaciones fiscales sean asfixiantes para nuestra inversión", dijo Obajtek.