Ambos pares de conductos podían bombear juntos 110.000 millones de metros cúbicos (bcm) de gas al año bajo el mar Báltico desde Rusia hasta Alemania, más que suficiente para gestionar todas las exportaciones rusas de gas por gasoducto fuera de la antigua Unión Soviética en 2022.

Moscú ha culpado a Occidente de las explosiones aún no explicadas que provocaron las rupturas sin aportar pruebas, mientras que el Secretario General de la OTAN, Jens Stoltenberg, ha calificado el incidente de acto de sabotaje.

Tanto Suecia como Dinamarca, en cuyas aguas se produjeron las explosiones, han llegado a la conclusión de que los oleoductos fueron volados deliberadamente, pero no han dicho quién podría ser el responsable.

Nord Stream AG, el operador de Nord Stream 1 y controlado por la rusa Gazprom, obtuvo permiso para inspeccionar una zona en aguas danesas en noviembre. También envió un barco fletado a aguas suecas para inspeccionar los daños allí.

Preguntado sobre cuándo podrían estar listos los resultados, Novak dijo: "El trabajo está en curso".

Nord Stream 1 estaba parado en el momento de las explosiones debido a problemas técnicos complicados por las sanciones occidentales contra Rusia.

Nord Stream 2 se completó en septiembre de 2021, pero nunca se puso en marcha; Berlín archivó la certificación días antes de que Moscú enviara sus tropas a Ucrania en febrero.

Novak también dijo que era prematuro considerar posibles suministros de gas a través de la única línea no dañada del Nord Stream 2.