TEL AVIV/GAZA, 17 oct (Reuters) -El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, realizará el miércoles una arriesgada visita a Israel, que se prepara para endurecer su ofensiva contra los militantes de Hamás que ha desencadenado una crisis humanitaria en Gaza y ha hecho temer un conflicto más amplio con Irán.

Israel ha prometido aniquilar al movimiento Hamás, que controla Gaza, después de que hombres armados del grupo islamista asesinaron a 1.300 personas, en su mayoría civiles, durante un asalto a ciudades del sur de Israel el 7 de octubre, el día más mortífero en los 75 años de historia de Israel.

Israel ha bombardeado desde el aire la Franja de Gaza provocando la muerte de más de 2.800 palestinos, una cuarta parte de ellos niños. La mitad de los cerca de 2,3 millones de gazatíes han sido desplazado de sus hogares.

Israel además ha impuesto un bloqueo total al enclave, deteniendo el suministro de alimentos, combustible y medicinas, que se están agotando rápidamente.

Decenas de camiones con suministros vitales para Gaza se dirigieron el martes hacia el paso fronterizo de Rafah, en Egipto, el único punto de acceso al enclave que no está bajo el control de Israel, pero no había indicios claros de que pudieran entrar.

El secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, concluyó horas de conversaciones con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, en Tel Aviv a primera hora del martes diciendo que Biden visitaría Israel.

"El presidente escuchará de Israel lo que necesita para defender a su pueblo mientras seguimos trabajando con el Congreso para satisfacer esas necesidades", dijo Blinken a los periodistas.

"(El) presidente se informará de cómo Israel llevará a cabo sus operaciones de forma que se minimicen las víctimas civiles y se permita el flujo de ayuda humanitaria a los civiles de Gaza de una forma que no beneficie a Hamás", añadió Blinken.

Washington también está tratando de convencer a los Estados árabes para que ayuden a evitar una guerra regional de mayor alcance, después de que Irán prometió una "acción preventiva" del "frente de resistencia" de sus aliados, entre los que se encuentra el movimiento Hezbolá en Líbano.

Tras visitar Israel, está previsto que Biden viaje a Jordania para reunirse con el rey Abdullah y con el presidente egipcio Abdel Fattah al-Sisi.

También se reunirá con Mahmoud Abbas, presidente de la Autoridad Palestina, que ejerce un autogobierno limitado en Cisjordania, ocupada por Israel, pero que perdió el control de Gaza a manos de Hamás en 2007.

El Ministerio de Asuntos Exteriores de la Autoridad Palestina acusó el martes a Israel de genocidio y limpieza étnica en Gaza y condenó los ataques aéreos contra centros médicos, hospitales, periodistas y escuelas.

ESCOMBRAR A MANO

En Jabalia, en la mitad norte de la Franja de Gaza que Israel ha ordenado evacuar, residentes frenéticos que levantaban con sus propias manos trozos de hormigón y metal, gritaron cuando encontraron cuerpos bajo los escombros en un enorme cráter de bombardeo humeante. Otros corrían con camillas cargando a los heridos.

Un hombre salió de un edificio en ruinas con el cuerpo inerte de un niño en brazos, cubierto de hollín calcáreo.

Los residentes que huyen del norte se han agolpado en zonas del sur, como Khan Younis, pero allí no han encontrado tregua a los bombardeos.

Amin Hneideq se despertó con una fuerte explosión en Khan Younis que hizo caer la ventana y laceró la cabeza de su hija. La bomba no alcanzó su casa, pero destruyó otra cercana, matando a una familia del norte que había buscado refugio allí.

"Los trajeron del norte sólo para bombardearlos en el sur", dijo Hneideq, llorando.

La agencia de Naciones Unidas para los refugiados palestinos, UNRWA, dijo que sólo alrededor del 14% de los habitantes de Gaza tenían acceso al agua a través de una única tubería a Khan Younis que Israel permitió abrir durante tres horas el lunes.

"La preocupación por la deshidratación y las enfermedades transmitidas por el agua es alta dado el colapso de los servicios de agua y saneamiento, incluyendo el cierre hoy de la última planta desalinizadora de agua de mar que funcionaba en Gaza", dijo UNRWA en un comunicado.

"La gente empezará a morir sin agua".

ENFRENTAMIENTOS EN EL NORTE DE ISRAEL

Mientras Israel planea una invasión terrestre de Gaza para erradicar a Hamás, los combates transfronterizos también se han intensificado en un segundo frente en la frontera norte de Israel con Líbano.

Los enfrentamientos han sido los más mortíferos desde la última guerra total entre Israel y el grupo libanés Hezbolá, que desplazó a un millón de libaneses hace 17 años.

El Ejército israelí declaró el martes que había matado a cuatro personas que habían intentado cruzar la frontera para colocar explosivos. Israel ordenó el lunes la evacuación de 28 de sus pueblos en una zona de 2 kilómetros de profundidad cerca de la frontera libanesa.

Irán, que patrocina tanto a Hamás como a Hezbolá, ha celebrado los atentados de Hamás contra Israel, pero niega estar detrás de ellos.

El ministro iraní de Asuntos Exteriores, Hossein Amirabdollahian, dijo a la televisión estatal que en las próximas horas se emprenderían "acciones preventivas" contra Israel.

"Todas las opciones están abiertas y no podemos permanecer indiferentes ante los crímenes de guerra cometidos contra el pueblo de Gaza", declaró Amirabdollahian. "El frente de resistencia es capaz de librar una guerra a largo plazo contra el enemigo".

El líder supremo Ali Jamenei dijo a un grupo de estudiantes que "nadie podrá hacer frente a los musulmanes y a las fuerzas de la resistencia si continúan los crímenes del régimen sionista contra los palestinos".

Netanyahu dijo el lunes en el Parlamento que tenía "un mensaje para Irán y Hezbolá: no nos pongan a prueba en el norte. No cometan el mismo error que cometieron una vez, porque hoy el precio que pagarán será mucho más alto".

(Información de Nidal al-Mughrabi, Bassam Massoud y Nuha Sharaf en Gaza, Ari Rabinovitch, Dan Williams, Henriette Chacar, Dedi Hayun, Maayan Lubell, Emily Rose, James Mackenzie y John Davison en Jerusalén, Parisa Hafezi en Dubai, Humeyra Pamuk, Hatem Maher, Ahmed Tolba y Omar Abdel-Razek en El Cairo, Trevor Hunnicutt, Nandita Bose, Rami Ayyub y Katharine Jackson en Washington, Michelle Nichols en las Naciones Unidas; Redacción: David Brunnstrom y Stephen Coates; Edición: Rami Ayyub y Miral Fahmy; Editado en español por Flora Gómez)