El gobierno provincial de Ontario también aportó el año pasado dinero en efectivo para sentar las bases del proyecto, que podría añadir hasta 4.800 megavatios (MW) de capacidad, casi duplicando la producción del emplazamiento de Tiverton (Ontario).

Canadá y Ontario pretenden ampliar la capacidad de la red y reducir las emisiones de carbono al mismo tiempo, y tanto el gobierno federal como el provincial ven en la energía nuclear una forma de conseguirlo en la provincia más poblada e industrializada del país.

Tanto Ontario como Ottawa "tienen interés en construir una red que no genere emisiones, pero también, obviamente, que sea asequible, fiable y que tenga capacidad suficiente para hacer cosas como atraer a la industria", declaró a Reuters el ministro de Energía y Recursos Naturales, Jonathan Wilkinson, antes del anuncio.

El ministro de Energía de Ontario, Todd Smith, ha aceptado colaborar con el gobierno del primer ministro Justin Trudeau para cumplir las ambiciones federales de electricidad limpia, dijo Wilkinson. El objetivo es conseguir que la red eléctrica canadiense esté libre de emisiones en términos netos para 2035.

Bruce Power, propiedad en parte de TC Energy, ya suministra el 30% de la electricidad de la provincia. En Canadá no se ha puesto en marcha ningún reactor nuclear nuevo desde hace más de 20 años.

El dinero federal ayudará a Bruce Power a llevar a cabo las primeras actividades de compromiso con los municipios locales y las comunidades indígenas, así como a realizar estudios técnicos, medioambientales y de ingeniería, según un comunicado.

La decisión final sobre si se construirá una nueva central aún está "a varios años vista", declaró a Reuters el vicepresidente ejecutivo de Bruce Power, James Scongack, en una entrevista reciente.

"Estamos realmente centrados en esa evaluación de impacto, que sabemos que es un proceso de al menos tres o cuatro años", dijo Scongack.

(1 dólar = 1,3573 dólares canadienses)