En un momento de fuertes fluctuaciones en los mercados de divisas y de subida de los tipos de interés, a los inversores les interesa dominar estos temas.

Una cuestión de larga data para los grupos que cotizan en bolsa

Para un grupo con numerosas filiales y múltiples cuentas bancarias, la creación de una entidad central de tesorería permite controlar mejor sus gastos financieros gracias a las economías de escala en las comisiones bancarias y reducir los costes de financiación (préstamos bancarios, emisiones de obligaciones y otros instrumentos financieros) gracias a un mayor poder de negociación.

La visión global de las necesidades y excedentes de tesorería en todo el grupo y la flexibilidad que aporta la gestión centralizada crean valor gracias a la reducción de los costes por intereses y al aumento de los ingresos financieros gracias a la previsión de los flujos de tesorería.

En el entorno actual, los equipos de gestión de la tesorería del grupo ayudan a protegerse contra los riesgos de los tipos de interés, al tiempo que innovan para aplicar acuerdos financieros más eficientes. La competencia de estos equipos es un factor clave de la capacidad de un grupo para adaptarse a los cambios macroeconómicos y anticiparse a los riesgos que pesan sobre sus actividades.

Equipos especializados dedicados a estos temas

El tamaño de un equipo central de tesorería depende no sólo del tamaño del grupo, sino también de los sectores de actividad y de las zonas geográficas. El uso de herramientas de cobertura es una de las misiones de estas entidades, permitiendo el desarrollo de actividades internacionales al cubrir el riesgo de tipo de cambio. Los sectores de la energía, la industria y la construcción son sensibles a estas exposiciones internacionales, donde la garantía de financiación de los proyectos está en el centro de los modelos de gestión de riesgos.

Por ejemplo, la entidad de cash pooling de Air Liquide cubre más de 400 entidades en 27 países. Las coberturas de cambio ascendieron a 12.000 operaciones en 26 divisas, por un total de 13.400 millones de euros en 2021. Para grupos de este tamaño, el cash pooling es esencial para la gestión y el desarrollo de sus actividades.

Aspectos jurídicos y contables

El interés del cash-pooling no es sólo financiero u organizativo, sino también jurídico. En efecto, estos métodos permiten realizar préstamos y determinadas operaciones relacionadas con la actividad bancaria, sin infringir el monopolio bancario. Para ello, el grupo debe establecer un acuerdo de cash-pooling entre la sociedad matriz, las filiales y el banco. En la contabilidad de la empresa, estas operaciones se incluyen en "otros créditos" o "préstamos y deudas financieras diversas". Estos agregados se detallan en las publicaciones anuales de las empresas que cotizan en bolsa. Generalmente, en el informe anual se dedica una sección a la gestión de tesorería que permite a los inversores obtener cifras sobre estas operaciones.

Soluciones adaptadas a las pequeñas y medianas empresas

Lejos de limitarse a los grandes grupos, estas prácticas conciernen a todos los agentes económicos con una o varias filiales. Para las microempresas y las PYME, el principal reto es gestionar la tesorería a bajo coste.

Para ello, los bancos y los editores de software ERP (como SAP o Sage) han desarrollado herramientas adaptadas e innovadoras. Así, en los últimos años, las soluciones SAAS (Software-as-a-Service), basadas en el fuerte desarrollo de la nube en las pequeñas y medianas empresas, se han multiplicado y permiten simplificar el tratamiento de las operaciones de garantía, la conciliación bancaria, la facturación y la gestión de la tesorería.

Para un inversor, la gestión de la tesorería de una empresa es un elemento fundamental, ya que es un signo de creación de valor, de control del riesgo y de capacidad de crecimiento. En un gran grupo que cotice en bolsa, habrá que asegurarse de que los recursos dedicados a estos temas estén a la altura de las cuestiones de tesorería y cobertura de riesgos. En el caso de una estructura más pequeña, es esencial confirmar que la dirección ha tomado el control de estas cuestiones y que se han aplicado soluciones adaptadas a la evolución de la empresa.