Por Kirsty Needham y Camille Raynaud

SÍDNEY/PARÍS, 17 may (Reuters) -Los refuerzos policiales franceses han empezado a llegar a Nueva Caledonia en el marco de una operación masiva para recuperar el control de la capital, Numea, dijo el viernes el máximo responsable francés en el territorio insular del Pacífico, tras los disturbios en los que murieron cuatro personas y cientos fueron detenidas.

Después de tres noches de agitación, la noche del jueves fue relativamente tranquila y los llamamientos a la calma empezaron a ser atendidos, dijo el alto comisionado francés, Louis Le Franc, aunque añadió que continuaban los enfrentamientos en algunas zonas de Numea.

Los disturbios, desencadenados por el enfado de los indígenas canacos por una cuestionada reforma electoral, podrían complicar el plan del presidente, Emmanuel Macron, de aumentar la influencia francesa en el Pacífico, una región en la que China y Estados Unidos pugnan por imponerse.

Con el refuerzo francés, el número de policías y gendarmes en la isla gobernada por Francia aumentará de 1.700 a 2.700 el viernes por la noche.

"Los refuerzos llegarán de forma masiva, inmediata (y serán) desplegados para controlar las zonas que han escapado a nuestro control en los últimos días (...) para reconquistar todas las zonas del área urbana que hemos perdido", dijo Le Franc en una rueda de prensa televisada.

Las operaciones para suministrar alimentos y medicinas a la población comenzarán con equipos, incluidos especialistas en desminado, que retirarán las barricadas de las carreteras que han sido objeto de trampas explosivas por parte de los activistas, dijo.

El gobierno de Nueva Caledonia afirmó en un comunicado el viernes que la isla tiene reservas de alimentos para dos meses y que el problema es la distribución.

"Nuestros llamamientos a la calma, la paz y la reconciliación empiezan a ser escuchados. (...) Es importante que quienes están en el origen de los enfrentamientos, de los bloqueos, lo oigan", dijo Le Franc.

Los manifestantes, enfadados con una reforma electoral, han quemado comercios, incendiado coches, saqueado tiendas y levantado barricadas en las carreteras durante tres días, cortando el acceso a medicinas y alimentos, según las autoridades.

Los disturbios estallaron a causa de un nuevo proyecto de ley, aprobado por los parlamentarios en París el martes, que permitirá votar en las elecciones provinciales a los residentes franceses que lleven 10 años viviendo en Nueva Caledonia. Algunos líderes locales temen que la medida diluya el voto nativo canaco.

¿REANUDAR LAS CONVERSACIONES?

La reforma electoral es el último punto álgido de una disputa que dura décadas sobre el papel de Francia en la isla productora de minerales del suroeste del Pacífico, a unos 1.500 kilómetros al este de Australia.

Jimmy Naouna, miembro del buró político del Frente de Liberación Nacional Canaco y Socialista (FLNKS, por sus siglas en francés), dijo que era alentador que el primer ministro francés, Gabriel Attal, hubiera recogido el expediente.

Una videollamada con Macron el jueves fue cancelada por una coalición independentista porque quieren que Francia retire primero la reforma electoral y también rechazaron un plazo de julio dado por Macron para un acuerdo, dijo a Reuters.

"Si queremos reanudar las conversaciones para el nuevo acuerdo político, el Gobierno francés, Macron, tiene que levantar, suspender o retirar este proyecto de ley de reforma electoral", ha dicho.

"Denos tiempo para mantener conversaciones en un ambiente más pacífico sin esta reforma electoral sobre nuestra cabeza", añadió.

Naouna dijo que las protestas en el norte de la isla fueron pacíficas y que la violencia se concentró en los suburbios de Numea.

"Esto es la juventud y realmente es por la crisis económica, la crisis del níquel y la crisis social, todo junto ha hecho estallar esta situación", dijo.

Francia ha declarado el estado de emergencia en la isla, ha puesto al menos a 10 personas bajo arresto domiciliario y ha prohibido la aplicación de vídeos TikTok.

Tres jóvenes pertenecientes al pueblo nativo canaco han muerto en los disturbios y un oficial de policía de 22 años falleció por herida de bala. Otro cargo de policía murió de un disparo accidental mientras se preparaba para desplegarse.

El ministro francés del Interior, Gérald Darmanin, dijo el jueves que la policía había detenido al responsable de disparar a dos jóvenes canacos. Le Franc dijo que uno de los autores se había entregado y que continuaban las investigaciones sobre otros asesinatos.

La Conferencia de Iglesias del Pacífico se unió el viernes a los grupos intergubernamentales regionales para pedir a Francia que retire el proyecto de ley constitucional y afirmó que las Naciones Unidas deberían dirigir una misión de diálogo a Nueva Caledonia.

En un comunicado, las iglesias afirmaron que se había producido una ruptura del diálogo entre el Gobierno francés y el pueblo canaco.

Pacific Elders Voice, un grupo de antiguos líderes del Pacífico, afirmó el viernes que en París se estaban tomando decisiones sin una consulta significativa y que Francia debía escuchar "las voces indígenas canacas y el apoyo de todo el Pacífico a la autodeterminación".

(Reporte de Kirsty Needham en Sídney, Lucy Craymer en Wellington y Camille Raynaud y Juliette Jabkhiro en París; editado por Raju Gopalakrishnan, Ingrid Melander y William Maclean; editado en español por Mireia Merino)