El Foro Económico Mundial (FEM), que vuelve esta semana a su emplazamiento invernal en la estación de esquí suiza de alta gama, fue en su día el patio de recreo de los magnates de Moscú para hacer negocios, pero desde la invasión rusa de Ucrania ya no hay fiestas ostentosas ni reuniones de inversión con políticos, ejecutivos y académicos rusos.

Por el contrario, un nutrido contingente de los aliados más cercanos de Ucrania procedentes del Báltico, los países nórdicos y Europa del Este, junto con los líderes de la Unión Europea y la OTAN, asisten a la cita antes de una reunión decisiva en Ramstein, Alemania, el viernes, en la que se debería prometer más armamento sofisticado a Ucrania.

Rusia y Bielorrusia comenzaron el lunes unas maniobras militares conjuntas que han desatado el temor en Kiev y Occidente de que Moscú pueda utilizar a su aliado para lanzar una nueva ofensiva terrestre en Ucrania.

"De camino de Lituania a @Davos donde he sido invitado a hablar. Lituania es un muy buen amigo de Ucrania, así que ya saben lo que voy a decir. #ArmaUcraniaYa", dijo en Twitter el ministro lituano de Asuntos Exteriores, Gabrielius Landsbergis.

De los líderes del G7, sólo se dirigirá a los asistentes el canciller alemán, Olaf Scholz, cuyo país está sometido a presiones para que entregue a Ucrania tanques Leopard de última generación.

"La ausencia de las grandes potencias deja al FEM como una plataforma para las naciones medianas y pequeñas, que quieren hablar y hacerse oír en medio de la agresión rusa", declaró un diplomático europeo.

El presidente ruso Vladimir Putin lanzó la invasión de Ucrania el 24 de febrero del año pasado, calificándola de "operación militar especial" para "desnazificar" y desmilitarizar a su vecino.

Ucrania, que dominó la última gran reunión del FEM en mayo, ha enviado otra delegación de alto nivel. Ésta se centrará en colocar los bloques para su futura reconstrucción.

Su presidente, Volodymyr Zelenskiy, declaró a finales del año pasado, tras mantener conversaciones con Larry Fink, director ejecutivo del mayor fondo de inversión del mundo, BlackRock, que las empresas estaban dispuestas a invertir en la recuperación de Ucrania y que ésta expondría su postura en Davos.

"La postura y las perspectivas de Ucrania se presentarán allí", dijo Zelenskiy en diciembre.

La Casa de Ucrania, en la calle principal de la ciudad, presenta una exposición que muestra la destrucción de la ciudad de Kherson tras ser recuperada por las fuerzas ucranianas de la ocupación rusa.

Para el FEM, un foro diseñado para fomentar la paz y la integración económica, cumplir ese mandato y mantenerse imparcial puede resultar complicado. Cuenta con una sesión de panel sobre la cartografía de las trayectorias de Rusia, pero ninguno de sus ponentes es ruso.