Expertos en derechos humanos y académicos señalaron que la declaración no era jurídicamente vinculante y no abordaba preocupaciones como los drones guiados por IA, los "robots asesinos" que podrían matar sin intervención humana, o el riesgo de que una IA pudiera intensificar un conflicto militar.

Sin embargo, la declaración fue un resultado tangible de la primera cumbre internacional sobre IA militar, organizada conjuntamente por Holanda y Corea del Sur esta semana en La Haya.

Los firmantes afirmaron que se comprometían a desarrollar y utilizar la IA militar de acuerdo con "las obligaciones legales internacionales y de una forma que no socave la seguridad, la estabilidad y la responsabilidad internacionales."

La conferencia se celebra cuando el interés por la IA está en su punto más alto gracias al lanzamiento del programa ChatGPT de OpenAI y cuando Ucrania ha hecho uso del reconocimiento facial y de sistemas de puntería asistidos por IA en su lucha contra Rusia.

Los organizadores no invitaron a Rusia tras su invasión de Ucrania en 2022, que Moscú califica de "operación militar especial". Ucrania no asistió.

Israel participó en la conferencia pero no firmó la declaración.

La subsecretaria de Estado estadounidense para el Control de Armamentos, Bonnie Jenkins, presentó un marco estadounidense para el uso responsable de la IA militar.

EE.UU. y otros países poderosos se han mostrado reticentes a acordar cualquier limitación legal al uso de la IA, por temor a que hacerlo pudiera ponerles en desventaja frente a sus rivales.

"Queremos hacer hincapié en que estamos abiertos al compromiso con cualquier país que esté interesado en unirse a nosotros", dijo Jenkins.

La propuesta estadounidense afirmaba que los sistemas de armas de IA deberían implicar "niveles apropiados de juicio humano", en línea con las directrices actualizadas sobre armas autónomas letales publicadas por el Departamento de Defensa el mes pasado.

Human Rights Watch retó a Estados Unidos a definir "apropiado" y a no "juguetear con declaraciones políticas", sino a empezar a negociar una ley vinculante a nivel internacional.

El representante de China, Jian Tan, dijo en la cumbre que los países deberían "oponerse a buscar la ventaja militar absoluta y la hegemonía a través de la IA" y trabajar a través de las Naciones Unidas.

Jessica Dorsey, profesora adjunta de Derecho Internacional en la Universidad de Utrecht, dijo que la propuesta estadounidense era una "oportunidad perdida" de liderazgo y que la declaración de la cumbre era demasiado débil.

"Allana el camino para que los Estados desarrollen la IA con fines militares de la forma que consideren oportuna siempre que puedan decir que es 'responsable'", afirmó. "¿Dónde está el mecanismo de aplicación?"