El Departamento de Estado de EE.UU. dijo que las acciones de Zimbabue socavaban sus afirmaciones de querer buscar un nuevo compromiso internacional tras las preocupaciones por los derechos humanos en el país africano. Los representantes de la embajada de Zimbabue en Washington no respondieron inmediatamente a una solicitud de comentarios.

POR QUÉ ES IMPORTANTE

Grupos de defensa de los derechos humanos como Amnistía Internacional y Human Rights Watch han denunciado en los últimos años retrocesos democráticos, abusos contra los derechos, incluida la tortura por parte de las fuerzas de seguridad del Estado, y corrupción gubernamental en Zimbabue.

Estados Unidos también ha expresado su preocupación, y Washington impuso sanciones al presidente del país a principios de esta semana. El presidente de Zimbabue, Emmerson Mnangagwa, ganó un segundo mandato en agosto en una disputada votación que la oposición describió como un "fraude gigantesco" y los observadores electorales dijeron que no cumplía las normas regionales e internacionales.

CITAS CLAVE

"Los miembros del equipo de evaluación fueron objeto de un trato agresivo, interrogatorios prolongados e intimidación, transporte nocturno inseguro y forzoso, detención y confinamiento durante la noche y expulsión forzosa del país", dijo el Departamento de Estado en el comunicado del viernes.

"El Gobierno de Zimbabue ha afirmado que quiere llevar a cabo un nuevo compromiso internacional y reformas democráticas. Sus acciones socavan esas afirmaciones", añadió.

En una declaración separada, la administradora de USAID, Samantha Power, describió las acciones de Zimbabue como un "grave acontecimiento". Dijo que la misión de USAID había estado "evaluando el contexto de desarrollo y gobernanza en Zimbabue" para contribuir a los esfuerzos de la agencia en apoyo de los derechos humanos.

CONTEXTO

Power señaló que funcionarios del gobierno de EE.UU. y ciudadanos estadounidenses han sufrido acoso y trato inadecuado por parte de las autoridades de Zimbabue en los últimos años.

El año pasado, el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, anunció restricciones de visados contra funcionarios zimbabuenses, citando medidas que, según él, socavaban la democracia y reprimían a los defensores de la sociedad civil.