El BCE subió los tipos de interés en una cantidad inesperada de 50 puntos básicos hasta el cero por ciento el mes pasado y prometió más subidas de tipos en el futuro, argumentando que los temores sobre la inflación excesiva superan ahora las preocupaciones sobre el crecimiento.

Sin embargo, las perspectivas de inflación se han deteriorado aún más y el crecimiento de los precios en Alemania, la mayor economía de la zona euro, podría incluso superar el 10% en los próximos meses, según citó el sábado el Rheinischen Post.

"Aumenta la probabilidad de que la inflación sea más alta de lo previsto anteriormente y que se sitúe en una media de seis puntos y pico el próximo año", dijo Nagel, indicando un gran riesgo al alza respecto a la anterior proyección del Bundesbank, del 4,5% para 2023.

El BCE prevé un rápido descenso del crecimiento de los precios el próximo año, pero sus proyecciones han sido notoriamente inexactas en los últimos trimestres, lo que ha llevado a los responsables políticos a cuestionar los modelos del banco, que no están bien equipados para tener en cuenta los cambios drásticos de la economía.

Nagel también reconoció que la economía alemana, una de las más expuestas a las interrupciones del suministro de gas ruso, es "probable" que sufra una recesión durante el invierno si la crisis energética sigue agravándose.

Aun así, el BCE no debería dudar en subir los tipos, dijo Nagel, añadiendo que apoyaba plenamente la medida de julio.

"Con las elevadas tasas de inflación, deben producirse nuevas subidas de los tipos de interés", dijo Nagel, aunque se negó a discutir la magnitud del movimiento de septiembre.

Los mercados actualmente calculan una subida de 60 puntos básicos para septiembre y un conjunto de movimientos de 130 puntos básicos para el resto del año.