El Grupo Internacional de Estudios sobre el Cobre (ICSG) ha recortado su previsión de excedente de oferta para este año debido a una producción minera muy inferior a la prevista.

Los alcistas del cobre podrían discrepar con la opinión del grupo de que el mercado del cobre refinado seguirá presentando un exceso de oferta este año y el siguiente del orden de 162.000 y 94.000 toneladas métricas respectivamente.

Pero cuando se reunió por última vez en octubre, el comité estadístico del ICSG preveía un exceso de metal de 467.000 toneladas este año. Las nuevas previsiones sugieren una alineación mucho más estrecha de la producción y la demanda en lo que es un mercado mundial de 27 millones de toneladas.

Las revisiones confirman en gran medida la actual narrativa alcista de un estrangulamiento de las materias primas que frenará el crecimiento de la producción de metales refinados.

Una advertencia de cautela viene en forma de una revisión a la baja del uso mundial este año y una perspectiva de demanda apagada en China, el mayor consumidor de cobre del mundo.

CONTRACCIÓN DE LOS CONCENTRADOS

Ya en octubre, el ICSG preveía que la oferta minera aumentaría un 3,7% este año debido a una combinación de nuevas minas, ampliaciones y una recuperación más amplia de las restricciones operativas de 2023.

Ese repunte se ha convertido en un goteo, ya que el ISCG espera un crecimiento de sólo el 0,5% debido a los retrasos en los nuevos proyectos, la revisión de las orientaciones de las empresas y el cierre inesperado de la mina de Cobre Panamá desde diciembre.

Cobre Panamá, ahora en cuidado y mantenimiento, ha dejado un agujero de 380.000 toneladas en la cadena mundial de suministro de materias primas.

Las fundiciones se han visto obligadas a recurrir al mercado de concentrados de cobre al contado y las tarifas de tratamiento al contado se han desplomado hasta niveles de angustia, ya que los compradores priorizan el tonelaje sobre la rentabilidad.

El acuerdo de los fundidores chinos en marzo de reducir la producción fue el detonante de un repunte que ha llevado al cobre a tres meses de la Bolsa de Metales de Londres por encima del nivel de los 10.000 dólares por tonelada por primera vez desde abril de 2022.

LASTRE PARA LA PRODUCCIÓN DE METALES REFINADOS

El efecto de arrastre de la restricción de concentrados sobre la producción de las fundiciones ha hecho que el ICSG recorte también sus previsiones de suministro de metales refinados.

La previsión de octubre de un crecimiento de la producción de metales refinados del 4,6% este año se ha reducido al 2,8%.

En opinión del ICSG, la tasa de crecimiento se ralentizará hasta sólo el 0,7% el año que viene.

"Aunque la producción se beneficiará de la continua expansión de la capacidad electrolítica china y de la puesta en marcha de nuevas fundiciones/refinerías en Indonesia y la India, se espera que el crecimiento de la producción primaria de refinado electrolítico se vea limitado por la escasa disponibilidad de concentrados", señaló.

Cierta compensación vendrá de una mayor producción de metal por extracción con disolventes y de la mejora de los índices de reciclaje de chatarra, pero se espera que el crecimiento de la oferta de cobre refinado sea de un modesto 2,2% en 2025.

CAUTELA CON LA DEMANDA

Las últimas previsiones del ICSG, sin embargo, conllevan una nota de cautela sobre el estado de la demanda de cobre.

Se espera que el uso del metal refinado crezca un 2,0% este año con respecto a 2023, una rebaja con respecto al crecimiento del 2,7% previsto en la reunión de octubre del grupo. Se prevé que el ritmo de crecimiento repunte ligeramente hasta el 2,5% en 2025.

Detrás de la cifra principal se esconde una divergencia de resultados entre China y el resto del mundo.

Se prevé que el crecimiento de la utilización en China se ralentice del 2,0% al 1,6% en 2025, mientras que el del mundo fuera de China se acelere del 2,4% al 3,8% debido a la puesta en marcha de nuevas capacidades de productos semimanufacturados, sobre todo en la India.

El ICSG subraya el impulso positivo de la demanda de cobre a largo plazo derivado de la transición energética, pero esto es difícil de discernir en sus modestas previsiones de crecimiento de la demanda para este año y el próximo.

MERCADO DIVIDIDO

Las últimas previsiones del ICSG captan la actual división de la dinámica del mercado.

La comunidad inversora ha entrado en estampida en el cobre por el lado largo, atraída por una narrativa de problemas estructurales de suministro y un giro en el sector manufacturero mundial.

Los fondos de inversión han ampliado las posiciones largas en el contrato LME de menos de 40.000 contratos a mediados de enero a 96.627 contratos a finales de la semana pasada. Eso equivale a casi dos millones y medio de toneladas de cobre y a la mayor acumulación de apuestas a precios más altos desde 2018, cuando la LME empezó a publicar su informe de compromisos de los operadores.

Los compradores físicos, sin olvidar a los de China, se han mantenido en gran medida al margen mientras los inversores han impulsado el precio al alza.

La prima del cobre Yangshan < SMM-CUYP-CN>, un indicador muy seguido del apetito comprador chino, se ha desplomado desde los 60 dólares por tonelada a principios de marzo hasta casi cero, según el proveedor local de datos Shanghai Metal Market.

Mientras que los inversores se animarán con la previsión del ICSG de una enorme brecha en la oferta de las minas, es más probable que los consumidores respalden sus moderadas perspectivas de demanda.

Las opiniones expresadas aquí son las del autor, columnista de Reuters. (Edición de Barbara Lewis)