El evento, organizado por el centro de estudios Esfera Brasil, reunió a Hoffmann y a pesos pesados como el magnate del comercio minorista Abilio Diniz y el presidente de Guararapes, Flavio Rocha, que debatieron sobre las políticas económicas que debería adoptar un posible nuevo gobierno de Lula.

Según las fuentes, Hoffmann les aseguró que el partido no tiene intención de intentar destituir a Campos Neto. Dejó claro que el PT respetará su mandato y que no desea cambiar la ley que hizo independiente al banco central.

"Fue una conversación en un tono absolutamente cordial", dijo una de las fuentes a Reuters. "Evidentemente, ellos (los empresarios) prefieren un gobierno más liberal, pero se sintieron cómodos con el hecho de que Campos Neto se quedara y de que Lula es partidario del diálogo, que está y seguirá hablando con los empresarios".

Si es elegido, Lula pretende revisar la reforma laboral de 2017, cambiar el tope de gasto del país y acabar con la política de paridad de Petrobras para los precios de los combustibles, así como cambiar la forma de invertir los dividendos de la petrolera estatal.

Sin embargo, la garantía de Hoffmann de que no se habla de controlar los precios calmó al menos algunas de las dudas de los asistentes a la cena.

"Hay una voluntad de diálogo, esto quedó muy claro", dijo una fuente. "Por supuesto que su agenda (la de los empresarios) es mantener la reforma laboral, profundizarla, pero hay voluntad de diálogo.