El bloque regional de 15 naciones, que tomó la decisión tras una cumbre celebrada el jueves en Accra, capital de Ghana, no dio detalles sobre la fuerza y el momento en que se desplegarán las tropas.

La CEDEAO desplegó una misión similar en el país entre 2012 y 2020, tras un golpe de Estado, para ayudar a disuadir a los militares de intervenir en política y proteger a los líderes políticos.

El gobierno de Guinea-Bissau afirmó a última hora del miércoles que los atacantes del fallido intento de golpe del martes pretendían asesinar al presidente y formaban parte de un complot bien financiado y estrechamente planificado.

No dijo quién creía que estaba detrás del intento del martes, aunque el presidente Umaro Sissoco Embalo había sugerido anteriormente que podría estar relacionado con el tráfico internacional de drogas.

El gobierno declaró que 11 personas murieron en el atentado, entre ellas siete miembros de las fuerzas de seguridad que salvaron de la muerte a Embalo y a su primer ministro.

Dando nuevos detalles sobre los hechos, dijo que pistoleros no identificados vestidos de paisano irrumpieron el martes en una reunión del consejo de ministros, cogiendo por sorpresa a los participantes.

"El modo de actuar de los agresores revela claramente que el objetivo del ataque armado era el asesinato de todas las autoridades presentes en la sala del consejo de ministros", dice el comunicado.

"La robustez de los medios y municiones utilizados demuestra que fue rigurosamente planificado, contando con la financiación de sectores con capacidad financiera para movilizar tal cantidad de recursos materiales, logísticos y humanos".

Uno de los atacantes -miembro de una unidad de la policía militar- y tres civiles murieron junto con los siete miembros del personal de seguridad, según el comunicado. Las autoridades seguían buscando a los autores del complot, añadió.

Embalo ha dicho anteriormente que no creía que el ejército estuviera implicado en el intento de golpe.

El ataque fue el 10º golpe de estado o golpe fallido en Guinea-Bissau desde que se independizó de Portugal en 1974, y el último de una serie de acciones de este tipo en África Occidental en los últimos 18 meses - incluyendo dos en Mali, uno en Guinea y otro en Burkina Faso la semana pasada.

El contexto parecía diferente en Guinea-Bissau, una nación de unos 2 millones de habitantes en la que sólo un presidente ha completado con éxito un mandato.

Es conocida como uno de los principales puntos de tránsito de la cocaína latinoamericana con destino a Europa, ya que comparte lengua con Brasil y Portugal, puntos clave de salida y entrada en las redes mundiales de tráfico.