La previsión para 2022 se recortó desde una predicción del 3,6% realizada en su última actualización bianual en abril, ya que el banco recortó drásticamente las previsiones para Nigeria y Sudáfrica, dos de las mayores economías africanas, además de Ghana, que está luchando contra una crisis económica.

Los cierres chinos que interrumpen las cadenas de suministro y deprimen la demanda de materias primas africanas, la guerra en Ucrania y la subida de los tipos de interés por parte de los países ricos fueron los culpables de la rebaja de las previsiones, según el banco.

"Los elevados precios de los alimentos están causando penurias con graves consecuencias en una de las regiones con mayor inseguridad alimentaria del mundo", afirmó el Banco Mundial en un comunicado que acompañaba a su último informe Pulso de África.

"Las crisis interconectadas llegan en un momento en el que el espacio fiscal necesario para organizar respuestas gubernamentales eficaces prácticamente ha desaparecido".

De 33 países con datos disponibles, 29 tuvieron una inflación superior al 5% en julio, mientras que en 17 fue de dos dígitos. El número de países con problemas de endeudamiento apenas varió, según el Banco Mundial, pero señaló que los costes de los préstamos estaban aumentando.

En Ghana, que ha solicitado ayuda al Fondo Monetario Internacional, en medio de una inflación que alcanzó el 33,9% en agosto y el debilitamiento del cedi, se prevé que el crecimiento se ralentice hasta el 3,5% este año, frente a una predicción del 5,5% en abril.

El Banco Mundial también recortó sus previsiones de crecimiento para Nigeria y Sudáfrica, del 3,8% y el 2,1% al 1,9% y el 3,3% respectivamente. Las perspectivas para Angola, que se ha beneficiado de los elevados precios del petróleo, se mejoraron hasta el 3,1%, desde el 2,9% de abril.

Afirmó que Costa de Marfil sería la economía de más rápido crecimiento de África occidental este año, con un 5,7%, pero que Senegal está a punto de superarla, con una expansión del 4,8% anual antes de acelerarse al 8% en 2023 y al 10,5% en 2024.

La previsión para Kenia, la mayor economía de África oriental, se mantuvo igual que en abril, en el 5%.