La observación subraya la diferencia de enfoque entre la administración de Kishida y la del ex primer ministro Shinzo Abe, cuya política de estímulo "Abenomics" se basó en gran medida en la flexibilización monetaria agresiva para vencer la deflación.

"Creemos que en lugar de interferir en la política monetaria, el gobierno debería centrarse en las formas de estimular la innovación que crea riqueza", dijo el ministro de Economía, Daishiro Yamagiwa, en una reunión informativa.

Kishida, que asumió el cargo en octubre del año pasado, se ha fijado como objetivo político lograr un "nuevo capitalismo" que busque distribuir más riqueza a los hogares a través de subidas salariales, al tiempo que aviva el crecimiento promoviendo la innovación en áreas como la tecnología verde.

Si bien Kishida ha defendido la necesidad de mantener una configuración monetaria flexible para ayudar a la economía a capear la pandemia del coronavirus, ya había advertido en el pasado de las desventajas de unos tipos de interés ultrabajos prolongados, como el golpe a los beneficios de los bancos.

La postura de la administración sobre la política monetaria está siendo observada de cerca por los mercados, ya que Kishida tendrá probablemente el poder de elegir al sucesor de Kuroda si su partido gana las elecciones a la cámara alta a finales de este año.

Elegido por Abe para impulsar una audaz flexibilización monetaria, el mandato de Kuroda al frente del Banco de Japón finaliza en abril de 2023.

Yamagiwa fue uno de los ministros del gabinete que asistió a una reunión de los máximos responsables económicos del país el pasado mes de noviembre, en la que los responsables políticos japoneses reafirmaron el compromiso del BOJ con su objetivo de inflación del 2% y la necesidad de que el gobierno impulse estrategias de crecimiento.