Tras deliberar durante unas seis horas, el jurado aceptó la defensa por demencia ofrecida por Richard Rojas, de 32 años, en un tribunal penal de Manhattan contra un cargo de asesinato y 23 de agresión.

Permanece bajo custodia a la espera de una audiencia el jueves, cuando se espera que el juez Daniel Conviser emita una orden para un examen de salud mental que determine si Rojas será internado en un hospital psiquiátrico.

Rojas, un veterano de la Marina que creció en la ciudad, conducía su sedán Honda por la Séptima Avenida el 18 de mayo de 2017, cuando dio un giro brusco en U sobre la acera, provocando el pánico en una de las zonas más concurridas de la ciudad. Acribilló a los peatones durante tres manzanas antes de estrellar su coche.

Mató a Alyssa Elsman, una mujer de 18 años que estaba de visita en Michigan, y dejó a otras 22 personas con los huesos destrozados y otras lesiones. Intentó huir a pie antes de ser atrapado por los curiosos y la policía.

En una entrevista en la cárcel, poco después, Rojas dijo al New York Post que había buscado sin éxito atención psiquiátrica y que no recordaba la matanza. Sus amigos dijeron que Rojas había luchado contra la adicción y la paranoia.

Los fiscales de la oficina del fiscal del distrito de Manhattan habían argumentado que Rojas era competente para comprender el daño de sus acciones y que había dicho a la gente que quería matar a las personas contra las que conducía.

El abogado de Rojas, Enrico DeMarco, calificó el veredicto de "correcto y humano", informó CBS News.