Un golpe militar en octubre puso fin a un acuerdo de reparto de poder en 2019 entre los generales que derrocaron al presidente Omar al-Bashir y los partidos políticos que se oponían a él.

Uno de esos partidos, el Partido Comunista de Sudán, dijo que su líder Mohamed Mukhtar Al-Khatib había sido detenido el jueves, tras una visita a Juba en la que se reunió con los principales líderes rebeldes sudaneses.

El partido, que ha sido el más duro contra el golpe y cualquier acuerdo futuro, estaba haciendo un frente unificado contra el golpe, dijo.

La economía de Sudán se ha disparado mientras su gobierno está sin primer ministro desde enero. Las empresas están estancadas mientras los ciudadanos se enfrentan a fuertes aumentos en los precios de los alimentos, la electricidad y el combustible.

"Los militares han fracasado económica, política y psicológicamente, en todos los sentidos", dijo un manifestante de 30 años e ingeniero desempleado que no quiso dar su nombre por miedo a las represalias. "Ahora están siendo tercos, pero nosotros somos más tercos".

Los manifestantes marcharon bajo el duro sol mientras las fuerzas de seguridad, incluida la Policía de Reserva Central sancionada por Estados Unidos, se desplegaban en puntos clave de la ruta de la protesta.