"El objetivo sigue siendo el 2%. Debe ser una prioridad absoluta para el Banco Central Europeo y el Gobierno alemán", declaró Christian Lindner en una entrevista con el diario Bild publicada el domingo.

Empujada por el aumento de los precios de la energía tras la invasión rusa de Ucrania y la caída de las exportaciones energéticas rusas, la inflación interanual de Alemania se ha ralentizado ligeramente en noviembre hasta el 11,3% desde el máximo del 11,6% del mes anterior.

Lindner afirmó que Alemania necesita una política energética "imparcial" para que la industria siga funcionando, y añadió que el fracking de gas y petróleo nacional y la energía nuclear deberían considerarse en la combinación de fuentes de energía junto con las renovables.

"La prohibición (del fracking) debería caer. Entonces los inversores privados podrán decidir si la explotación es económica", añadió.

La producción de gas natural y petróleo ha disminuido en Alemania, principalmente porque la fracturación hidráulica no convencional está prohibida y las leyes de protección de la naturaleza dificultan la obtención de permisos para nuevas perforaciones.