El peso mexicano fue la divisa que más se debilitó el martes en comparación con una cesta de otras 20 divisas importantes del mundo, cotizando a la baja en torno a un 1,6%, en parte como reflejo de la creciente aversión al riesgo ante el temor a una nueva escalada de los conflictos en Oriente Próximo.

El peso, una de las divisas más negociadas del mundo, se cotizaba justo por debajo de la barrera psicológica de los 17 pesos por dólar estadounidense, o 16,9867 pesos por billete verde. A primera hora del martes, se debilitó brevemente por encima de la barrera, lo que no ocurría desde finales de febrero.

En las últimas seis jornadas bursátiles, la divisa se ha debilitado un 4,13%, pero desde principios de año sólo ha bajado un 0,19%.

La semana pasada, el peso se había apreciado hasta su nivel más fuerte en casi nueve años, a 16,2559 pesos por dólar.

La moneda mexicana ha mostrado una sorprendente fortaleza en los últimos años, que el presidente saliente, Andrés Manuel López Obrador, ha argumentado que es un reflejo de la confianza de los inversores en sus políticas económicas, aunque muchos analistas lo discuten.

La especulación sobre la forma en que la Reserva Federal de EE.UU. podría ajustar los tipos de interés también influye probablemente en la caída del peso esta semana.

"Los mercados permanecen atentos a una posible escalada del conflicto en Oriente Medio y siguen especulando con que los tipos de interés en Estados Unidos se mantendrán altos durante más tiempo", escribió CIBanco en una nota de análisis.

El nerviosismo de los mercados se acentuó tras

líderes israelíes dijeran

que responderían a un ataque directo a su territorio por parte de Irán el pasado fin de semana, incluso cuando muchos líderes, incluido el presidente estadounidense Joe Biden, han instado a la moderación.

La institución financiera local Banco Base ve al peso cotizando entre un rango de 16.92 y 17.10 pesos por dólar para el resto de las operaciones del martes. (Reportaje de Noe Torres; Redacción de David Alire García; Edición de Brendan O'Boyle y Leslie Adler)