El ex economista del Fondo Monetario Internacional (FMI), elegido a dedo por el poderoso jefe de la fuerza política dominante en el país, el conservador Partido Colorado, obtuvo una sólida victoria en las elecciones presidenciales del domingo.

Peña, de 44 años, se impuso al opositor de centroizquierda Efraín Alegre con cerca del 43% de los votos frente a alrededor del 27,5%, según los resultados preliminares de la corte electoral del país. Se proclamó vencedor y Alegre reconoció el resultado.

"Tenemos mucho que hacer, después de los últimos años de estancamiento económico, de déficit fiscal, la tarea que nos espera no es de una sola persona ni de un partido", dijo Peña en su discurso de victoria, llamando a la "unidad y al consenso".

"Ha llegado el momento de posponer nuestras diferencias para priorizar las causas comunes que nos unen como nación".

Peña, que asumirá el cargo el 15 de agosto, se enfrentará a presiones para reducir un déficit fiscal disparado, apaciguar a los agricultores que piden que el país se deshaga de Taiwán y abra relaciones con China, y sortear las acusaciones de corrupción del Tesoro estadounidense que han sacudido al poderoso líder del partido y estrecho aliado Horacio Cartes.

Aun así, Peña será capaz de mantener la cabeza fría en medio del tumulto, dicen sus partidarios.

"Creo que lo que le caracteriza es que tiene una tranquilidad infinita", dijo Lea Giménez, que fue adjunta de Peña cuando éste era ministro de Hacienda y más tarde fue ella misma ministra de Hacienda.

"Incluso durante esta campaña electoral, que ha sido tan larga porque llevamos casi año y medio de proceso, no le he visto perder los nervios ni una sola vez".

"Santi", como se le conoce a menudo, ha prometido políticas favorables a las empresas centradas en la creación de empleo, el mantenimiento de impuestos bajos y la atracción de inversiones extranjeras.

A lo largo de la campaña, el candidato del Partido Colorado ha prometido ampliar las relaciones diplomáticas que Paraguay mantiene desde hace décadas con Taiwán, a pesar de las presiones para que se abra a China y a su enorme demanda de consumo de soja y carne de vacuno. Paraguay es uno de los 13 únicos países del mundo que reconoce a Taiwán.

Quienes conocen a Peña lo describieron a Reuters como una persona "limpia", "decente" y con "buenas ideas". Los críticos dicen que es un miembro de la élite desfasada que carece de experiencia política y que actúa como una marioneta del líder del partido y principal valedor de Cartes.

"No es un político que quiera una revolución, quiere una evolución", dijo un empresario con inversiones en Paraguay que conoce personalmente a Peña, y que pidió no ser nombrado.

'EXPERIENCIA DE VIDA

La carrera política de Peña despegó cuando las protestas de 2016 obligaron al entonces presidente Cartes a abandonar sus planes de buscar un mandato adicional mediante una enmienda de la Constitución y a elegir a dedo a Peña como su pretendido sucesor.

Los miembros del Partido Colorado, sin embargo, no estaban convencidos de que el hábil aspecto urbano de Peña y su paso por Washington fueran a caer bien entre los votantes y perdió frente al actual presidente Mario Abdo Benítez en la contienda de las elecciones primarias de 2018.

Esta vez Peña es el hombre del partido. Vuelve a contar con el respaldo de Cartes, a quien algunos ven como el poder tras el trono, pero que se enfrenta a sanciones estadounidenses por acusaciones de corrupción que han dañado su reputación.

Peña se casó con su novia de la infancia y fue padre por primera vez a los 17 años. Estudió economía en Paraguay y más tarde asistió a la Universidad de Columbia de Nueva York.

Trabajó como economista en el banco central en Asunción y luego con el FMI en Washington, antes de regresar a Paraguay en la junta del banco central. Se convirtió en ministro de Finanzas en 2015.

"Maduró muy rápido, siendo un padre joven... se convirtió en un adulto muy rápidamente", dijo a Reuters un antiguo colega. "Santi tiene mucha experiencia de la vida y es un negociador natural".