ALMATY, 7 ene (Reuters) -El presidente de Kazajistán, Kassym-Jomart Tokayev, dijo el viernes que había dado órdenes de disparar a matar para hacer frente a nuevos disturbios de los que llamó bandidos y terroristas, y añadió que los que no se rindieran serían "destruidos".

Hasta 20.000 "bandidos" habían atacado la mayor ciudad, Almaty, y habían destruido propiedades estatales, dijo Tokayev en un discurso televisado tras una semana en la que las protestas por los precios del combustible estallaron en una ola de disturbios en todo el país.

Dijo que, como parte de la operación "antiterrorista", había ordenado a las fuerzas del orden y al ejército "disparar a matar sin previo aviso".

"Los militantes no han depuesto las armas, siguen cometiendo crímenes o se están preparando para ello. La lucha contra ellos debe llevarse a cabo hasta el final. Quien no se rinda será destruido", dijo Tokayev en la televisión estatal.

Rechazó los llamamientos a mantener conversaciones con los manifestantes.

"Qué estupidez. ¿Qué clase de conversaciones podemos mantener con criminales y asesinos?", dijo.

"Tenemos que enfrentarnos a bandidos armados y bien preparados, tanto locales como extranjeros. Más concretamente, con terroristas. Así que tenemos que destruirlos, esto se hará pronto".

Tokayev agradeció al presidente ruso Vladimir Putin y a los líderes de China, Uzbekistán y Turquía su ayuda.

Dijo que las fuerzas de mantenimiento de la paz enviadas por Rusia y los Estados vecinos habían llegado a petición de Kazajistán y estaban en el país de forma temporal para garantizar la seguridad.

Tokayev añadió que era muy importante entender por qué el Estado "se había descuidado ante la preparación clandestina de atentados terroristas, de células militantes durmientes".

(Reporte de Mark Trevelyan y Alex Marrow; redacción de Sujata Rao, traducido por José Muñoz en la redacción de Gdansk)