Europa se enfrenta a un aumento masivo de las facturas energéticas debido a la escalada de los precios del gas, ya que la medida de Rusia de estrangular los suministros europeos en medio de la guerra de Ucrania lleva los precios del gas al por mayor a máximos históricos.

Las facturas energéticas británicas se dispararán un 80% hasta alcanzar una media de 3.549 libras (4.188 dólares) al año a partir de octubre, sumiendo a millones de hogares en la pobreza energética.

En uno de sus últimos discursos antes de dimitir la semana que viene, Johnson defenderá su gestión de la actual crisis energética, afirmando que la decisión de su gobierno de aumentar la producción de gas nacional, revertir décadas de infrainversión en energía nuclear y aumentar la inversión en energías renovables reducirá la dependencia de los combustibles fósiles extranjeros.

"Las grandes decisiones que ha tomado este gobierno sobre nuestro futuro energético legarán un Reino Unido en el que la energía sea barata, limpia, fiable y abundante", dirá Johnson. "Un futuro en el que las familias y las empresas no vuelvan a estar a merced de los mercados internacionales o de los déspotas extranjeros".

A pesar de una de las peores crisis del coste de la vida en décadas, la respuesta británica se ha visto obstaculizada por la carrera para sustituir a Johnson que se desarrolla hasta el 5 de septiembre, centrada en los votos de los miembros del Partido Conservador deseosos de recortes fiscales y de gastos.

Johnson, que se vio obligado a dimitir por una serie de escándalos, dijo la semana pasada que el gobierno anunciaría pronto más ayudas para los consumidores que tienen problemas con las facturas de la energía y que éstas deberían dirigirse a los más vulnerables y no a todos los hogares.