Canadá ha mantenido que Israel tiene derecho a defenderse de Hamás después de que el grupo militante palestino atacara el sur de Israel el mes pasado, matando a 1.400 personas y tomando a más de 200 como rehenes. Pero, al igual que Estados Unidos y otros aliados, ha expresado su creciente preocupación por el creciente número de víctimas mortales en el maltrecho enclave, donde según las autoridades sanitarias locales han muerto 11.000 personas desde que comenzó el conflicto.

"Insto al gobierno de Israel a que ejerza la máxima moderación. El mundo está observando, en la televisión, en las redes sociales: estamos escuchando los testimonios de médicos, familiares, supervivientes, niños que han perdido a sus padres", afirmó.

"El mundo está siendo testigo de esta matanza de mujeres, de niños, de bebés. Esto tiene que acabar", declaró en una conferencia de prensa en la provincia occidental de Columbia Británica.

Las vidas de 36 bebés en el hospital Al Shifa de Gaza pendían de un hilo el martes, según el personal médico del lugar, que afirmó que no existía un mecanismo claro para trasladarlos a pesar del esfuerzo israelí por suministrar incubadoras para una evacuación.

Tres de los 39 bebés prematuros originales ya han muerto desde que el mayor hospital de Gaza se quedó sin combustible el fin de semana para alimentar los generadores que habían mantenido en funcionamiento sus incubadoras.

Trudeau también dijo que Hamás tenía que dejar de utilizar a los palestinos como escudos humanos y que debía liberar a todos sus rehenes.

Unos 350 ciudadanos canadienses, residentes permanentes y familiares habían sido evacuados de Gaza, añadió.

La semana pasada, Trudeau pidió una pausa humanitaria significativa en el conflicto para permitir la liberación de todos los rehenes y la entrega de ayuda suficiente para atender las necesidades de los civiles.