Un alto regulador bancario estadounidense advirtió el miércoles de que la agencia podría empezar a actuar contra la "preocupante tendencia" de los estados a adoptar leyes destinadas a vigilar las actividades de los bancos nacionales por motivos políticos.

Michael Hsu, jefe de la Oficina del Contralor de la Moneda (OCC), dijo en un discurso que tales medidas están impulsando una "mayor fragmentación" del sistema financiero, y que la OCC podría empezar a cuestionarlas.

"Cada vez más, los Estados piden a los bancos que elijan un bando al servicio de una política performativa en lugar de una política deliberativa. La OCC es un baluarte contra esto. Al igual que la llegada de la banca nacional fue capaz de ayudar a unificar un sistema bancario fragmentado a finales del siglo XIX, puede ayudar a asegurar que la extralimitación parroquial de hoy no astille nuestro sistema bancario", dijo, según los comentarios preparados proporcionados por la agencia.

Numerosos estados han considerado o aprobado leyes destinadas a vigilar las políticas bancarias consideradas discriminatorias por motivos principalmente políticos. Muchas de esas medidas han avanzado en estados liderados por los republicanos como Texas, que ha promulgado leyes que prohíben a los bancos hacer negocios con el estado si se considera que discriminan a ciertas industrias como la de los combustibles fósiles o la de las armas de fuego.

Recientemente, Florida y Tennessee aprobaron nuevas leyes que prohíben a los bancos constituidos a nivel federal denegar servicios a cualquier persona en función de sus creencias políticas o religiosas, y que permiten al estado investigar cualquier reclamación discriminatoria. Los bancos han mantenido durante mucho tiempo que no discriminan a determinadas industrias o creencias políticas.

Hsu dijo que la OCC planea "fortificar y defender vigorosamente" la primacía federal de las leyes estatales que se considere que interfieren con las operaciones y la regulación de los bancos nacionales, sin nombrar estados o leyes específicas. Dijo que la autoridad de prelación es "central" para el sistema bancario de la nación y le ha permitido prosperar.

Añadió que la seguridad y solidez de los bancos nacionales, incluido el cumplimiento de las leyes y reglamentos federales, es "legalmente absoluta y no negociable, y la OCC actuará en consecuencia para defenderla".