Austin, de 70 años, ingresó en el Centro Médico Militar Nacional Walter Reed de Maryland el 22 de diciembre para tratarse un cáncer de próstata. Regresó al hospital el 1 de enero debido a complicaciones, entre ellas una infección del tracto urinario. Su hospitalización no fue revelada hasta cuatro días después, y el Pentágono no especificó por qué estaba siendo tratado hasta el 9 de enero.

El hecho de que Austin no comunicara al presidente Joe Biden que estaba hospitalizado suscitó las críticas de los legisladores y pilló por sorpresa a la Casa Blanca.

Austin apareció en la retransmisión en directo durante unos minutos mientras pronunciaba su discurso de apertura. Austin estaba sentado frente a una pared blanca, con lo que parecía ser el teclado de un sistema de seguridad a su izquierda y un sello del Departamento de Defensa a la derecha, con una pequeña bandera estadounidense y ucraniana sobre una impresora al lado.

Aunque se produjo una pequeña interrupción en la retransmisión en directo, Austin no pareció mencionar su estado de salud, pero pidió más sistemas de defensa antiaérea para Ucrania.

No se espera que participe en una rueda de prensa conjunta con el general estadounidense de más alto rango tras la reunión, algo que se ha convertido en rutina después de este tipo de encuentros.