Una contribución estadounidense al Fondo Amazonia, administrado por Brasil, subrayaría los lazos más cálidos entre las dos democracias más grandes del hemisferio occidental, después de las relaciones más frías entre Biden y el ex presidente de extrema derecha Jair Bolsonaro.

El Fondo Amazonia se creó en 2009 con una donación inicial de Noruega para ayudar a combatir la deforestación e impulsar el desarrollo sostenible en Brasil. Bolsonaro congeló el fondo cuando asumió el cargo en 2019, pero Lula lo ha reactivado con el apoyo de Noruega y Alemania. Gran Bretaña también está estudiando unirse al fondo, que hasta ahora ha recibido 1.300 millones de dólares.

La Casa Blanca dijo que no tenía ningún anuncio que hacer "en este momento".

Un portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca dijo que Biden y Lula discutirían las medidas que podrían tomarse para combatir la crisis climática.

No estaba claro cuánto pretendía invertir Estados Unidos en el fondo, dijeron los funcionarios. Una de las fuentes añadió que Washington esperaba que al unirse al fondo podría "solidificar" la lucha para proteger la selva tropical y "hacer retroceder el reloj de toda esta deforestación e incendios forestales."

La semana pasada, Alemania anunció una nueva donación de 35 millones de euros (38 millones de dólares) al Fondo Amazonia, como parte de un compromiso medioambiental de 200 millones de euros (217 millones de dólares) con Brasil.

El interés estadounidense en el Fondo Amazonia refleja un mayor deseo de ayudar a Brasil a proteger la mayor selva tropical del mundo, un baluarte crucial contra el cambio climático donde la destrucción aumentó durante los cuatro años de gobierno de Bolsonaro.

En noviembre, Reuters informó de que Washington está buscando tomar medidas enérgicas contra los criminales medioambientales que están detrás de la deforestación en la Amazonia brasileña, utilizando penas como las sanciones Magnitsky para abordar el cambio climático de forma más agresiva.

El funcionario dijo que las conversaciones Biden-Lula incluirían un compromiso para "fortalecer la cooperación contra los delitos ambientales."