El director financiero saliente de Sierra Space, Robert Rodgers, se puso en contacto con los inversores y dirigió los esfuerzos de diligencia debida durante aproximadamente un año hasta la histórica ronda de capital de 1.400 millones de dólares que anunció en noviembre, según su perfil de LinkedIn. Sierra dijo que era la segunda mayor infusión de capital privado de la historia en el sector aeroespacial y de defensa, y elevó el valor de Sierra a 4.500 millones de dólares.

El sustituto de Rodgers será Troy Lahr, veterano de Boeing Co durante 10 años, que dejó el cargo de director financiero de la unidad de defensa, espacio y seguridad de la compañía aeroespacial en las últimas semanas.

Un portavoz de Boeing confirmó que Lahr había dejado la empresa en las últimas semanas, pero declinó hacer más comentarios.

Un portavoz de Sierra Space confirmó en un comunicado que Lahr se incorporaría pronto a la empresa.

"Sierra Space está reuniendo un equipo directivo de primera clase, incluyendo a Troy, que ve muchas oportunidades lucrativas en el mercado para los inversores, al mismo tiempo que impulsa la innovación y alimenta nuestra misión de explorar el espacio y beneficiar la vida en la Tierra", dijo el portavoz de Sierra Space.

El portavoz declinó hacer más comentarios.

La razón de la salida de Rodgers no estaba inmediatamente clara. No respondió inmediatamente a una solicitud de comentarios.

Fuentes de la industria dicen que Sierra está explorando una potencial oferta pública entre otras opciones en los próximos dos o tres años, pero dicen que no se ha tomado ninguna decisión.

El cambio de liderazgo financiero se produce mientras la empresa con sede en Louisville, Colorado, se apresura a desarrollar un avión espacial reutilizable apodado Dream Chaser para realizar misiones de reabastecimiento de carga a la Estación Espacial Internacional (ISS) a partir de principios de 2023.

Sierra Space afirma que la capacidad de Dream Chaser de aterrizar en una pista tradicional le da una ventaja sobre las soluciones rivales para la delicada carga de investigación científica. Sus rivales, incluida SpaceX de Elon Musk, ya transportan personas y carga a la ISS.

Sierra prevé un futuro en el que una flota de sus aviones espaciales -similares al Transbordador Espacial, pero mucho más pequeños- transporten personas y carga desde los puertos espaciales de todo el mundo hasta una nueva y bulliciosa economía espacial.

"Estamos construyendo la próxima generación de sistemas de transporte espacial y de infraestructuras y destinos en el espacio que permitirán a la humanidad construir y mantener civilizaciones prósperas más allá de la Tierra", dijo el año pasado el director ejecutivo de Sierra Space, Tom Vice.

Sierra Space también ha forjado una asociación con Blue Origin, del empresario multimillonario Jeff Bezos, para desarrollar y operar una estación espacial comercial en la órbita terrestre baja. Entre los patrocinadores del llamado proyecto de arrecife orbital se encuentran Boeing y Redwire Space.