No es necesario que se celebren elecciones para la poderosa cámara baja del parlamento hasta 2025, pero Kishida está ansioso por solidificar su control sobre el gobernante Partido Liberal Democrático (PLD) para asegurar su victoria en una carrera por el liderazgo del partido en septiembre de 2024 y prolongar su tiempo como primer ministro.

¿CÓMO PODRÍA OCURRIR?

Los primeros ministros de Japón suelen decir que disuelven el parlamento para llevar una cuestión política a los votantes, aunque también puede ser en respuesta a una moción de censura presentada por la oposición.

El principal partido de la oposición, el Partido Constitucional Democrático de Japón, está estudiando la posibilidad de presentar una moción de este tipo antes de que finalice la actual sesión parlamentaria el 21 de junio, para oponerse a un proyecto de ley destinado a obtener fondos para impulsar las capacidades de defensa de Japón.

Esto podría facilitar a Kishida la convocatoria de unas elecciones anticipadas, ya que no hay cuestiones políticas urgentes que congreguen a los votantes.

¿CÓMO ESTÁ SU POPULARIDAD?

El apoyo a Kishida se disparó tras la cumbre de líderes del Grupo de los Siete (G7) celebrada del 19 al 21 de mayo en Hiroshima, su distrito natal - con el impulso de la presencia del presidente ucraniano Volodymyr Zelenskiy - y esa fuerza se mantiene.

Según una encuesta reciente de la cadena pública NHK, el 43% de los votantes le ven con buenos ojos, frente al 46% justo después de la cumbre. A finales de 2022 su aprobación cayó por debajo del 30%.

LA ECONOMÍA VA BIEN - POR AHORA

La media bursátil japonesa Nikkei se ha disparado a máximos de 33 años, impulsada por los fuertes beneficios y la reactivación económica tras la pandemia, con una expansión de la economía en el primer trimestre del 2,7%, más fuerte de lo esperado.

Pero la preocupación por un mayor aumento de los precios y por el destino de la economía mundial se cierne sobre las mentes de los altos responsables políticos del PLD, aún marcados por las desastrosas elecciones de 2008, en plena crisis financiera mundial, que situaron a la oposición en el poder durante varios años.

¿QUÉ PASA CON LA OPOSICIÓN?

Los partidos de la oposición japonesa están fragmentados y desorganizados, y convocar elecciones antes de tiempo podría impedir las alianzas cooperativas de la oposición que se formaron en muchos ámbitos durante las elecciones a la Cámara Alta del año pasado.

El PLD está preocupado por un grupo - el Partido de la Innovación de Japón - que, con su tendencia conservadora, podría desviar votos del PLD tras aumentar sustancialmente el número de escaños que posee en las elecciones locales de abril. Convocar pronto unas elecciones podría acortar el tiempo de preparación y mantenerlos en la retaguardia.

¿CUÁLES SON LOS RIESGOS?

Kishida y el PLD podrían ser criticados por convocar las elecciones debido a la falta de asuntos urgentes. Sólo el 11% de los votantes pensaba que las elecciones debían celebrarse "con prontitud" y otro 19% "dentro de este año", según la encuesta de la NHK.

Celebrar las elecciones antes de tiempo también podría ser contraproducente si se desvanece cualquier aspecto positivo antes de la carrera por el liderazgo del PLD dentro de más de un año.