La medida profundiza la incertidumbre en torno al futuro político de Sudán y la transición hacia las elecciones desde la caída en 2019 del longevo gobernante Omar al-Bashir.

¿POR QUÉ DIMITIÓ HAMDOK?

Hamdok https://www.reuters.com/markets/currencies/sudans-abdalla-hamdok-2022-01-02 había sido primer ministro durante más de dos años en virtud de un acuerdo de reparto de poder entre civiles y el ejército, hasta que los militares lo derrocaron en octubre, acusando a los políticos de hostilidad hacia el ejército.

En virtud de un acuerdo para revertir en parte ese golpe, regresó para dirigir un gobierno de tecnócratas, con la intención de servir hasta las elecciones de 2023. Pero su acuerdo con los militares contó con la oposición de los principales partidos políticos y del movimiento de protesta que había derrocado a Bashir.

Hamdok había dicho que sólo permanecería en su puesto si lograba movilizar el apoyo político. Pero el 2 de enero, en un discurso televisado, dijo que había sido incapaz de unir a las facciones polarizadas lo suficiente como para poder avanzar en la transición.

"A nuestras fuerzas armadas y a todo el aparato militar: el pueblo es la última autoridad", dijo.

¿PUEDE SER SUSTITUIDO?

Aunque los activistas de la democracia cuestionaron si el estilo de construcción de consenso de Hamdok podría funcionar en medio de la agitación política de la transición de Sudán, era ampliamente respetado en su país y un socio clave para la comunidad internacional.

Los líderes militares se esforzaron por persuadirle para que volviera tras el golpe, y no está claro a qué otras figuras podrían llamar después.

¿SIGNIFICA ESTO UN CONTROL MILITAR TOTAL?

Desde el regreso de Hamdok, el 21 de noviembre, revocó algunos nombramientos de altos cargos estatales realizados por los militares tras el golpe, incluyendo a veteranos de la era Bashir.

Si estos retrocesos se mantienen será una prueba de las intenciones de los militares.

Figuras pro-democráticas de alto perfil, incluyendo varios ex ministros, han sido liberadas, aunque las detenciones de manifestantes han continuado, así como la dispersión de las manifestaciones por parte de las fuerzas de seguridad utilizando gases lacrimógenos y balas reales. Los médicos afirman que decenas de personas han muerto desde octubre.

Los "comités de resistencia" que organizan las protestas y los partidos políticos más destacados afirman que rechazan la negociación o la asociación con los militares.

¿POR QUÉ ES IMPORTANTE?

El destino de la transición determinará el equilibrio de poder en Sudán, un país de 46 millones de habitantes en el que un levantamiento popular ha abierto una vía para salir de décadas de autocracia, conflicto interno y aislamiento económico bajo el mandato de Bashir.

El gobierno de Hamdok había conseguido un acuerdo para el alivio de más de 56.000 millones de dólares de deuda externa, un paso puesto en duda por el golpe. Había llevado a cabo dolorosas reformas económicas que, según dijo, estaban empezando a dar sus frutos en un contexto de escasez y pobreza generalizada.

También había acordado tomar medidas para seguir a otros estados árabes en la normalización de los lazos con Israel. Las autoridades de transición habían alcanzado un acuerdo de paz parcial con los rebeldes en el sur de Sudán y en Darfur, donde han aumentado los disturbios y los desplazamientos.

El rumbo de Sudán influirá en una región volátil que bordea el Sahel, el Mar Rojo y el Cuerno de África, donde las potencias internacionales se disputan su influencia. El conflicto en la región etíope de Tigray envió a decenas de miles de refugiados a Sudán hace un año y renovó las tensiones por las tierras de cultivo en la disputada frontera de los vecinos.