En una entrevista concedida a la cadena de televisión Al Arabiya, Georgieva afirmó que Gran Bretaña era un país maduro con instituciones sólidas que estaban tomando medidas para garantizar la coherencia entre la política fiscal y la monetaria.

"El Banco de Inglaterra actuó de forma muy apropiada y rápida. Ahora hay cambios en la forma en que se va a aplicar el paquete. Y muy importante(mente), la oficina de Responsabilidad Presupuestaria está comprometida para aportar valiosas opiniones independientes", dijo.

El ministro británico de Finanzas, Kwasi Kwarteng, provocó una fuerte caída de la libra esterlina la semana pasada con su plan de recortar los impuestos sin detallar el impacto en las finanzas públicas. El lunes dio marcha atrás y abandonó sus planes de eliminar el tipo máximo del 45% del impuesto sobre la renta.

La reacción negativa del mercado llevó al Banco de Inglaterra (BoE) a reiniciar su programa de compra de bonos, impulsando la libra desde sus mínimos históricos.

La semana pasada, el FMI criticó los planes financieros del nuevo gobierno conservador británico, advirtiendo que "los paquetes fiscales grandes y sin objetivos" probablemente aumentarían la desigualdad en Gran Bretaña y podrían socavar la política monetaria.

El martes, Georgieva declaró a Al Arabiya que las obstinadas tasas de inflación habían obligado a los bancos centrales de todo el mundo a tomar medidas decisivas para subir los tipos de interés, pero que era fundamental que ese endurecimiento fuera acompañado de una política fiscal responsable.

"No podemos tener una política fiscal que trabaje en contra de la política monetaria proporcionando un apoyo fiscal sin objetivos", dijo. "Utilizo una imagen muy sencilla: Imaginemos que la política monetaria pisa el pedal del freno y la política fiscal pisa al mismo tiempo el acelerador. Esa es la receta para un muy mal viaje".