Por Vivian Sequera y Deisy Buitrago

CARACAS, 24 jun (Reuters) -El Gobierno de Colombia y la guerrilla Segunda Marquetalia comenzaron el lunes negociaciones de paz en Caracas en busca de un acuerdo que ponga fin a la insurrección armada del grupo disidente.

El diálogo con la Segunda Marquetalia, una facción de la antigua guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) que abandonó un acuerdo de paz del 2016 y regresó a la lucha armada, se extenderá hasta el 29 de junio.

La Segunda Marquetalia ya ha tenido la experiencia de que un acuerdo de paz no se implementó correctamente, dijo el jefe de su equipo negociador, Walter Mendoza, en referencia al acuerdo con las FARC de 2016.

"Superar esa situación está en manos del Estado y toda su institucionalidad y en particular del actual Gobierno", aseguró Mendoza.

El jefe negociador del Gobierno, Armando Novoa, dijo a Reuters a principios de este mes que Colombia espera firmar y comenzar a implementar un acuerdo de paz con la Segunda Marquetalia antes de que el presidente Gustavo Petro deje el cargo en poco más de dos años.

"Consideramos que no podemos arrancar de cero, sería un error histórico", dijo Novoa, quien destacó que espera que las conversaciones avancen más rápidamente porque algunos de los líderes de Segunda Marquetalia participaron en las conversaciones con las FARC.

El líder de Segunda Marquetalia, Luciano Marín, más conocido por su nombre de guerra como Iván Márquez, dijo que el grupo estaba dispuesto a contribuir a un objetivo conjunto de paz en Colombia.

De acuerdo con el Gobierno existen importantes diferencias con el grupo armado conformado por 1.751 personas entre combatientes y colaboradores.

El Gobierno anunció antes de la instalación de la mesa que no habrá un cese bilateral de fuegos debido a que la Segunda Marquetalia, desde su aparición en el 2019, se comprometió a no atacar a las Fuerzas Armadas ni a secuestrar civiles.

Cuba, Noruega y Venezuela ejercerán como garantes, mientras que un delegado del representante especial del secretario general de las Naciones Unidas y de la Conferencia Episcopal de Colombia serán acompañantes permanentes.

Los esfuerzos de Petro para detener el conflicto, que ha matado al menos a 450.000 personas, han enfrentado importantes reveses.

El Gobierno está manteniendo conversaciones por separado con los rebeldes del Ejército de Liberación Nacional y el grupo armado Estado Mayor Central, una antigua facción de las FARC que nunca firmó el acuerdo de 2016 y la mayoría de cuyas unidades han rechazado el diálogo.

(Reporte de Vivian Sequera y Deisy Buitrago, editado por Manuel Farías y Javier Leira)