El fondo depende del brazo de gestión de activos del gigante de Wall Street y se denomina "West Street Capital Partners VIII". Tiene previsto invertir una media de 300 millones de dólares para tomar participaciones de control en empresas de los sectores de los servicios financieros y empresariales, así como de la sanidad, el consumo, la tecnología y el cambio climático.

"Esta recaudación de fondos se basa en nuestros 30 años de historia en el ámbito del capital privado, a medida que seguimos ampliando el negocio y poniendo nuestra oferta de alternativas a disposición de una gama más amplia de inversores", dijo Julian Salisbury, codirector mundial de Goldman Sachs Asset Management, en un comunicado. GSAM, como se conoce el negocio, supervisa activos por valor de 2,5 billones de dólares, de los cuales 176.000 millones corresponden a capital privado (PE).

Los gestores de dinero de Goldman no están solos en la captación de fondos de PE. BlackRock Inc. cuenta con unos 35.000 millones de dólares centrados en estrategias de PE, y sólo el año pasado recaudó 3.000 millones de dólares para invertir en acuerdos del mercado secundario de PE.

Entre los inversores de la última aventura de Goldman se encuentran fondos de pensiones, fondos soberanos, instituciones financieras, oficinas familiares y personas con un elevado patrimonio. El banco, así como algunos de sus empleados, también han invertido.

El fondo ya ha respaldado a Norgine, una empresa farmacéutica europea, a Nippo Corp, una empresa de pavimentación de carreteras en Japón, y a Parexel, una organización de investigación clínica, entre otras.