La evolución de la economía griega y su política han sido supervisadas en este marco desde 2018, después de que Atenas saliera de tres rescates internacionales, por un total de más de 260.000 millones de euros, de la Unión Europea y el FMI entre 2010 y 2015.

"Después de 12 años... se cierra un capítulo difícil para nuestro país", dijo el ministro, Christos Staikouras. "Grecia vuelve a la normalidad europea y ya no será una excepción en la zona euro".

Atenas ha cumplido el grueso de los compromisos políticos y las reformas que prometió y su salida del marco el 20 de agosto fue confirmada por una carta del vicepresidente de la Comisión Europea, Valdis Dombrovskis, y del comisario de Economía, Paolo Gentiloni, añadió.

La salida de Grecia de la vigilancia reforzada supondrá más grados de libertad en la aplicación de la política económica y acercará el objetivo del país de recuperar el "grado de inversión", dijo Staikouras.

Desde que salió de los rescates en 2018, Grecia ha dependido exclusivamente de los mercados para sus necesidades de financiación.

El marco de vigilancia tenía como objetivo garantizar la adopción continua de medidas para abordar las posibles fuentes de dificultades económicas y las reformas estructurales para apoyar el crecimiento económico sostenible.